 A. C.
 A. C.
                Domingo, 27 agosto 2017
Hay más de 900 variedades de olivos en España. Y todas ellas
 se guardan en el Banco de Germoplasma del Instituto de Investigaciones y
 Formación Agraria (IFAPA) Alameda del Obispo de Córdoba. Es la forma de
 garantizar la historia de una cultura agrícola milenaria de la que 
dependen 25.000 kilómetros cuadrados de la geografía española y miles de
 puestos de trabajo. «Pasado, presente y futuro de nuestra tierra no se 
explican sin este patrimonio», resume el técnico de Asaja Jaén Carlos 
Muñoz.
Pero, en España, las variedades se han ido reduciendo 
básicamente a tres: picual, arbequina, hojiblanca. «Se están perdiendo 
muchas familias y a lo mejor alguna de ellas es resistente a la 'Xylella
 fastidiosa'», sospecha el biotecnólogo y gestor del Banco de 
Germoplasma Raúl de la Rosa.
Con esa esperanza, el IFAPA participa en un proyecto europeo
 que pretende tener respuestas en el horizonte de 2020. Para lograrlo, 
sus técnicos han transportado quince familias distintas de árboles hasta
 la región sureña de Italia por donde entró en Europa esta 'peste 
verde'. «Nuestro objetivo es juntar resistencia y productividad -explica
 De la Rosa-. Por eso, hemos llevado a la 'zona cero' esas especies para
 realizar distintos experimentos y ver el resultado. Sabemos de la 
mortandad en las especies italianas, pero la desconocemos en las 
españolas porque son familias distintas. Ellos mantenían árboles 
centenarios. Los nuestros son mucho más jóvenes. Tenemos confianza en 
encontrar la forma de frenar un posible avance aquí». Incluso han 
inyectado en este experimento muestras de empeltre, la variedad balear 
afectada por la bacteria.
Todos los indicios apuntan a que la enfermedad pudo 
entrar a Europa a través del puerto holandés de Rotterdam, en una 
partida de plantas ornamentales llegada del otro lado del Atlántico. 
Ahora que está dentro y ya es tarde, Europa aplica estrictos protocolos 
que prohiben los movimientos internos de ciertas plantas. El último 
informe de situación de la UE reconoce que, «incluso con la plena 
aplicación de las disposiciones (arrancar árboles), la erradicación será
 muy difícil de conseguir».
La única experiencia a largo plazo es la de Estados 
Unidos. Allí llevan siglo y medio con la 'Xylella' en amplias zonas de 
sus costas Oeste (donde pudo empezar) y Este. Hace mucho que descartaron
 su erradicación y su política agraria se centra en la convivencia y la 
búsqueda de nuevas variedades resistentes a una plaga que tiene un 
incontrolable aliado en los insectos voladores y las chicharras, que son
 quienes transportan la bacteria de un árbol a otro.
http://www.lasprovincias.es/gente-estilo/ensayo-espanol-zona-20170827003204-ntvo.html