diumenge, 28 de gener del 2018

Un total de 804 persones majors dependents es van beneficiar en 2017 de les ajudes per a finançar estades temporals en residències.

📋 Un total de 804 persones majors dependents es van beneficiar en 2017 de les ajudes per a finançar estades temporals en residències.

👴 La Vicepresidència i Conselleria d'Igualtat i Polítiques Inclusives ha convocat l'ordre d'Abonament Respire per a 2018 amb un pressupost de 814.490 euros.

👵L'Abonament Respire ofereix estades residencials de modalitat mensual, de cap de setmana o diari segons les necessitats de cada sol·licitant. 

El conseller ha visitat Santa Magdalena de Polpís, que ha rebut una subvenció de 198.000 euros del SERVEF.

foto de GVA Economia Sostenible.

GVA Economia Sostenible 
Data i hora: 26 gener 14:31

Rafa Climent ha destacat que les ajudes d'ocupació que arriben als municipis més xicotets faciliten la vertebració i la cohesió social del territori.
Les ajudes AVALEM Joves i AVALEM Experiència a Santa Magdalena de Polpis han permés la contractació de 18 persones amb diversos graus de qualificació.
El conseller ha explicat que "un poble en risc de despoblament com Santa Magdalena de Polpís, està aconseguint retenir gent jove qualificada que està treballant gràcies al programa AVALEM Jove Plus. Això permet que a més de tenir un lloc de treball durant un període de temps, i inserir-se al mercat laboral, que la gent puga viure millor perquè ací troba serveis amb molta millor atenció ".
foto de GVA Economia Sostenible.

foto de GVA Economia Sostenible.
foto de GVA Economia Sostenible.
foto de Ernest Blanch.
Fi del seminari d’hivern del govern valencià. El president Puig fa resum del tractat i anuncia varies coses que ens possen al capdavant de les autonomies. La referenciació de la infantesa i adolescencia, el pla d’acció per a la transformació del model econòmic valencià, i, el que em pareix tot un encert del Botànic i que no deixarà a ningú indiferent, com és la reforma constitucional proposada per un dels 17 autogoverns existents a l’estat espanyol. Una vegada més, l’enteniment de la conjunció entre consellers i conselleres del PSPV i Compromís plantegen solucions a problemes que trascendeixen els terminis de l’autonomia i que son una manera ferma i audaç d’abordar els problemes més candents de la ciutadania. Tot això deixant de banda un gran paquet de mesures de programa polític per als propers sis mesos, en els que es va a continuar invariablement transformant el Pais Valencià i millorant la vida de la gent. No cal que vos diga la satisfacció i orgull que et produeix el treballar amb gent de tanta valúa en dies com aquest. Anem endavant!
foto de Ernest Blanch.

foto de Ernest Blanch.

I de la Pizza

Valencia

Corredor madrileny: L'AVE de Castelló pateix una avaria i els viatgers prenen un Rodalies a València (que t'ha paregutt?)


Los 47 pasajeros llegan con veinte minutos de retraso por culpa de una disfunción en el tren

Ep/Ed 28.01.2018 | 15:42

El AVE Castelló-Madrid. Carme Ripollés
Una avería técnica ha impedido la circulación del primer AVE de este domingo de Castelló a Madrid, por lo que los 47 viajeros a bordo han tenido que tomar un tren de Cercanías hasta València y desde allí tomar otro AVE hasta la capital. Finalmente, han llegado con 21 minutos de retraso respecto a la hora prevista, según han informado fuentes de Renfe.

El tren tenía previsto salir a las siete de la mañana desde Castellón de la Plana pero no ha podido hacerlo por una "pequeña" disfunción técnica en el tren, que han comprobado previamente los operarios de Renfe.

Al tener conocimiento de ello se ha puesto en marcha el protocolo habitual en estas averías dentro del Corredor Mediterráneo. Los 47 viajeros que iban en el tren han sido trasladados en Cercanías a València para coger un nuevo AVE a Madrid desde la estación de Joaquín Sorolla.

Renfe también ha activado el compromiso de puntualidad, que supone la devolución de la mitad del importe del billete, dado que el retraso final --de 21 minutos respecto a la hora prevista-- superaba el cuarto de hora.

El resto de trenes AVE programados esta jornada entre Castellón y Madrid circulan con normalidad en ambos sentidos, según las mismas fuentes, que destacan que se trata de la primera incidencia después de las 25 circulaciones que se han llevado a cabo desde la puesta en marcha del servicio el pasado martes, 23 de enero.

1.850 viajeros en cuatro días
Una jornada antes de su apertura al público, el trayecto inaugural del pasado lunes 22 a la capital de La Plana salió con alrededor de media hora de retraso respecto a la anunciada, debido a una incidencia técnica en Sagunto (Valencia), concretamente en el cambio de vía. Iban a bordo del tren Juan Sebastián Elcano tanto el ministro como el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el 'president', Ximo Puig.

La nueva conexión de ferrocarril de Alta Velocidad Madrid-Castellón ha culminado su primera semana de funcionamiento con un total de 10.000 billetes vendidos y 1.850 viajeros a bordo entre el martes y el viernes 26, lo que ha permitido multiplicar por siete la movilidad entre ambas ciudades, según datos del Ministerio de Fomento.
http://www.levante-emv.com/comunitat-valenciana/2018/01/28/ave-castello-sufre-averia-viajeros/1672098.html

Les destrosses de Gürtel

Resultado de imagen de Los destrozos de Gürtel
La sociedad valenciana no será igual tras el terremoto Gürtel. Las relaciones entre la Administración y los empresarios no serán iguales después de las confesiones de los acusados y las reacciones de los afectados. Habrá que hacer más cambios para convencer de que la corrupción es una etapa superada.

Julio Monreal 28.01.2018 | 04:15
Los destrozos de Gürtel
Nada será igual, para bien o para mal, tras el paso del terremoto Gürtel. Las sacudidas de los hombres de Francisco Correa y, sobre todo, de Ricardo Costa, uno de los que lo fue todo cuando la Comunitat Valenciana se parecía a Florida (lo del símil con California fue más de la época de Zaplana) van a provocar cambios importantes en la dinámica administrativa, social y política al margen de lo que la Audiencia Nacional determine en su sentencia.

De nuevo en el lodazal. Han bastado dos semanas de juicio por la trama de financiación ilegal del PP valenciano para que la Comunitat vuelva a ser un inmenso charco de lodo en el que chapoteamos todos. Pese a los esfuerzos de gobierno, oposición, colectivos sociales, culturales y hasta deportivos, las páginas, las pantallas, las tabletas y las tertulias devuelven a la Comunitat Valenciana la etiqueta de ´tierra de corruptos´. La remontada reputacional a la que se suele referir el presidente Ximo Puig en sus intervenciones públicas se ha detenido de repente y cae ladera abajo a golpe de declaraciones y confesiones tanto dentro de la sala de justicia como fuera, con las reacciones del cuerpo social. Habrá que plantearse más cambios, y más rápidamente, para convencer al mundo entero de que las prácticas mafiosas que salen a la luz en la vista oral, protagonizadas por un partido hegemónico, por empresarios que crecieron a la sombra de ese poder corrompido, y por intermediarios y comisionistas que se exhibían con grandes puros en las bodas de Estado no son posibles hoy en día y sólo producen condena y sonrojo.

Un nuevo contrato público-privado. Afirma el presidente de la patronal valenciana, Salvador Navarro, que la inmensa mayoría de las 500.000 empresas valencianas se conduce por buenas prácticas y que la corrupción solo ha anidado en unos pocos. Seguro que tiene razón, pero entre los empresarios está extendida la convicción de que si no dan, no reciben. En puertas de una nueva burbuja inmobiliaria, estremece el relato del expresidente de la patronal de la construcción de Castelló, Vicente Monzonís, que cuenta que para obtener una adjudicación había que pagar un 3 % y que el resto, hasta el 30 % en ocasiones, se dirimía en los sobrecostes de las obras o los servicios. En la tierra de los sobrecostes estaba asentado un fraude de ley concebido para enriquecer a unos pocos: una adjudicación inicial a la oferta más barata; una serie de complicaciones que van encareciendo el proyecto; la complicidad de todas las partes, incluso la funcionarial, y el desprecio más absoluto a la Ley de Contratos del Estado, que permitía sólo el 20 % de incremento de costes por modificaciones y otro 20 % por complementos, debidamente justificados en ambos casos. ¡Cuántos sobrecostes han sido autorizados por encima del 100 y del 200 %! Y ningún empresario protestaba por el hecho flagrante de que hubiera quedado desvirtuada la adjudicación inicial, la elección de la oferta más barata que al final resultó la más cara. Temían quedarse fuera en el siguiente concurso.

Por ese motivo merecen especial mención decisiones valientes, como el que la Conselleria de Educación que dirige Vicent Marzà adoptaba hace unas semanas con la cancelación de los contratos para la construcción de dos colegios por los sobrecostes a los que estaban abocados. Se acabó. Tardarán más, pero triunfarán la ley y el sentido común. Nadie se plantaba ante la corrupción, como ha confesado Ricardo Costa en el banquillo.

La sociedad honrada exige transparencia, y no se conforma con la publicación en una página web de lo que ganan los políticos. Los contratos se siguen troceando en partes para que los ganen los afines; la lentitud de la Administración sigue generando intereses de demora y facturas en los cajones, que constituyen otra forma de fraude; las empresas cuyos administradores o gestores se vean condenados por casos de corrupción deben perder la condición de contratistas del ámbito público... No debería quedar lugar para la sospecha en las relaciones entre las instituciones y las empresas. Por salud democrática. Por higiene social.

Camps se va, Pons se queda. En lo político, los cambios de Gürtel se limitarán necesariamente al partido en el que creció la red de Correa, y serán profundos. El expresidente Camps podrá permanecer el tiempo que desee en el Consell Jurídic Consultiu, pero el aire se le hará cada día más irrespirable en el palacio de la plaza de San Nicolás. Si, como parece, el exmandatario queda fuera del alcance de la justicia por haber prescrito su posible actuación ilítica en el caso Gürtel, la presión será mayor cuando se juzgue el caso Valmor, la gestión de la Fórmula 1 que iba a salir gratis y acabó siendo otro pantano de gasto incontrolado y corrupción. A partir de ahí, o quizás antes, el PP empezará un proceso de depuración. La presidenta de los conservadores valencianos, Isabel Bonig, quería refundar el partido, incluso cambiándole el nombre. No le dejaron, pero ahora no tendrá más remedio. De momento, el mirlo blanco se quedará en Bruselas. Esteban González Pons, el preferido de la afición conservadora para la Alcaldía de València, se va a quedar en las instituciones europeas. Él no quiere competir por la alcaldía, y los implicados en el caso Gürtel le han echado una mano pronunciando su nombre en sus declaraciones. Él estaba allí, participaba en las decisiones, en los procesos, como parte del ´clan del Agujero´ el bar en el que mataban los ratos los estudiantes de Derecho Francisco Camps, Gerardo Camps y él mismo.

Esteban González es el preferido de las encuestas, pero él quiere quedarse a hacer carrera en Europa, y todo quedaba fiado a que Mariano Rajoy hiciera la llamada y convenciera al eurodiptado de su elevada misión. Lo que ocurre es que ahora ya González es un candidato con los tobillos de cristal y puede que cuando llegue el momento ni siquiera esté Rajoy para hacer esa llamada. La sombra de Gürtel es alargara y aún no se sabe hasta dónde llegará.

Descartado Pons, cobra fuerza la figura de María José Catalá como candidata a la Alcaldía de València. La presidenta Isabel Bonig la envió a los leones en las Corts, a defender la abstención del grupo ante el acoso a Camps, y la ex alcaldesa de Torrent y exconsellera de Educación salió bien parada. El único obstáculo que separa a Catalá de la nominación a la alcaldía de la capital es que fue primera edila de Torrent, un obstáculo irrelevante para uno de los principales activos del Partido Popular. El reto de la capital es muy grande, y en vista de que la Generalitatat está hoy fuera del alcance pero la ciudad está a tiro de los populares, la alternativa de Catalá emerge como una sólida opción de futuro. Habrá que ver cómo reacciona la estructura interna de los conservadores ante una figura que puede hacer sombra a la propia Bonig.
http://suscriptor.levante-emv.com/opinion/2018/01/28/destrozos-gurtel/1672008.html

La Pizza al territori de sobrecostos: L'excés sobre el pressupost inicial de les obres ha estat norma


Vicente Monzonís, presidente de la patronal de construcción de Castelló de 1997 a 2005, ha explicado que las comisiones para el poder se disparaban cuando había sobrecostes - El exceso sobre el presupuesto inicial de las obras ha sido norma

Miguel Olivares | València 28.01.2018 | 01:22
Alfonso Rus, Gerado Camps, Francisco Camps, Rita Barberá y Santiago Calatrava.
Alfonso Rus, Gerado Camps, Francisco Camps, Rita Barberá y Santiago Calatrava. FERNANDO BUSTAMANTE
La «napolitización» de los contratos con las administraciones públicas la acuñó el pasado jueves Vicente Monzonís, presidente de la patronal de la Construcción de Castelló entre 1997 y 2005, los años en los que Carlos Fabra, al frente de la Diputación Provincial de Castelló, y Eduardo Zaplana, que dejó la presidencia de la Generalitat Valenciana en julio de 2002 para cargar la cartera de ministro de Trabajo, hacían y deshacían a su antojo y al socaire del denominado poder valenciano. Ricardo Costa, de Castelló, de los Costa de toda la vida, ya se había quitado un peso de encima cuando el miércoles pasado le contó al juez de la Audiencia Nacional y a todo el que quiso oírle que, según su versión y presuntamente, las inmensas pantallas de plasma que acompañaban los actos electorales de Francisco Camps se pagaban con dinero negro. Un día después, Monzonís, explicó que la práctica habitual a la hora de optar a obras públicas en Castelló o la Comunitat Valenciana suponía asumir una

Fueran a dónde fueran a parar las comisiones sobre los modificados, lo cierto es que se acometieron obras, muchas obras, muy millonarias y, siempre, o casi siempre de edificación. No se extendió asfalto. No se revisaron balizas de freno a lo largo de vías ferréas. Se levantaron edificios. Muchos. Y caros.

El primer gran proyecto en que se embarcó el PP cuando Eduardo Zaplana relevó al socialista Joan Lerma en junio de 1995 fue la Ciutat de les Arts i les Ciències (Cacsa). Los populares identificaron al presidente socialista con François Miterrand, que acaba de estrenar una pirámide de cristal frente al museo del Louvre, y le acusaron sin cuento de jugar a dilapidar los dineros públicos. Amagaron, incluso, con liquidar el proyecto.

Pero cuando los propietarios de los terrenos en torno a la Ciutat de les Arts le hicieron saber al nuevo Consell popular que todo estaba pactado, que ellos estaban dispuestos a levantar la Avenida de Francia y extender València hasta el mar siempre que la Generalitat aportara un argumento que elevara el valor del suelo, Zaplana descubrió el poder valenciano. Y apostó. «Que se note», fue la orden que recibieron sus consellers. Y se notó. Los valencianos lo notarán durante años, décadas.

La que iba a ser Ciutat de les Cièncias se transformó en Ciutat de les Arts y les Ciències porque, tumbada la Torre de Comunicaciones y desestimado por pobre el surtidor que ofreció José Luis Olivas para reemplazarla, se añadió al proyecto original un Palau de les Arts de dimensión internacional.

El complejo que iba a costar la friolera de 308 millones de euros se disparó hasta 1.282 millones de euros, siempre según datos de la Sindicatura de Comptes. Un modificado de 974 millones.

Pero ni frío ni calor. La cantera de Serra Gelada, a espaldas de Benidorm, fue tocada por el poder autonómico para convertirse en Terra Mítica. Un proyecto que incorporó a todos los que merecían ser parte del denominado poder valenciano pero no tenían solares en torno al último tramo del antiguo cauce del Turia. Incluso a algunos que estaban en los dos sitios a la vez. El gran parque temático cuyo coste original se estimó en 281 millones de euros se disparó hasta 377. Exigió implicar a las dos grandes cajas de ahorros de València y Alicante en virtud de una ley pionera en el Estado y se liquidó, finalmente, por 65 millones de euros. Un negocio ¿redondo o circular?

Alicante no tenía Palau de les Arts, como València, pero iba a acoger cualquier rodaje de cierto nivel. La Ciudad de la Luz se iba a convertir en última línea de los títulos de crédito de cualquier película y que iba a costar 101 millones de euros. El coste final fue de 274 millones de euros, más del 170% de lo previsto.

Casi como el aeropuerto internacional de Castelló que iba a justificar el surgimiento de Marina d'Or, uno de los mayores fiascos urbanísticos de la era dorada del ladrillo. El aeropuerto no iba a costar nada, iba a ser un manantial de prosperidad en sí mismo. Finalmente se presupuestó en 81 millones de euros porque el Ministerio de Fomento no podía aceptar aeropistas caídas del cielo. Pero su coste se disparó hasta los 195 millones, un sobrecoste de 114 millones de euros, más de un 140% sobre el presupuesto original.

Fomento no intervino en el circuito urbano de Fórmula 1 en torno a la dársena interior del Puerto de Valencia. Otra obra concebida para ganar, ganar, que costó 98 millones de euros. O la Ciudad de la Justicia, que iba a costar 82 millones y acabó con un pico de otros 32,8 hasta sumar un total de 114,8. Y el nuevo Hospital de La Fe, necesario sin duda, que se presupuestó en 216 y costó finalmente 260.

La ampliación de la Feria de València, ese muestrario internacional que estimó su ampliación en 540 millones de euros, pero se disparó hasta 587.

Y las obras para adaptar la dársena del puerto a la Copa del América, para levantar el edificio de Veles i Vents, obras que acumularon 30 millones de sobrecoste. Un larguísimo tercio de sobrecostes.
http://suscriptor.levante-emv.com/comunitat-valenciana/2018/01/28/territorio-sobrecostes/1671985.html

Manuel Alcaraz: "Després de Gürtel, a aquest Consell no se li oblidaran els noms d'alguns empresaris"



«Compromís y PSPV han construido su identidad como fuerzas anticorrupción y esto nos blinda y hace fuertes»?«La conselleria será necesaria mucho tiempo»

Julia Ruiz València 28.01.2018 | 04:15
Manuel Alcaraz: "Tras Gürtel, a este Consell no se le van a olvidar los nombres de algunos empresarios"
Manuel Alcaraz: "Tras Gürtel, a este Consell no se le van a olvidar los nombres de algunos empresarios"
Sus colegas del Consell le llaman cariñosamente el conseller «de asuntos internos», un apelativo que él encaja con humor. Profesor de Derecho Constitucional y desde hace dos años el primer conseller de Transparencia de la historia de la Generalitat, Alcaraz dice echar de menos la universidad aunque está implicado hasta las trancas en consolidar lo que el define como gobierno abierto blindado contra la corrupción.
El juicio Gürtel y la confesión de Costa ha vuelto a aflorar la corrupción de una etapa ¿Cómo se le ha quedado el cuerpo?

Nos avergüenzan y nos estremecen estas confesiones que muestran todo un aparato de poder estructurado en torno a la corrupción. No me creo que todos los diputados que aún se sientan en las Corts no supieran nada de lo que cuenta Ricardo Costa. Algunos puede que no, pero no todos y callaban.

¿Al PP de Bonig se le complica la vida?

Como demócratas hay que ser cuidadosos porque hay miles de valencianos que los votaron, pero había una trampa estructural. Y cuesta creer que los correveidiles que pagaban animadores y fuegos de artificio, no se les quedaba nada entre los dedos. Esparcir la sospecha sobre nosotros y que no hayan dicho una palabra, ya no de perdón, sino de compasión a la gente que han fallado, demuestra que el PP sigue considerando la Comunitat como su cortijo y ven una normalidad extraña que no gobiernen ellos. Lo peor no era que desapareciera el dinero, sino su concepción de una Comunitat, donde solo los corruptos tenía carta de ciudadanía. Y no estaría de más que alguna organización empresarial pidiera perdón.

Las empresas son la otra pata de esta historia. Más allá del penal, ¿qué castigo merecen?

La buena noticia es que la economía funciona mejor sin la necesidad de mordidas. Y esto debería reconocerlo algún líder empresarial. Navarro dijo que lo mejor era que existiera una Conselleria de Transparencia. Es bueno que en algunos empresarios haya cierta conciencia de lo ocurrido. En el Consell esto nos lo tomamos en serio y aquí dejo un aviso a navegantes, a estos empresarios que han enjugado sus culpas con multas suculentas, pero poca cosa teniendo en cuenta el botín. Desde luego a este Consell no se le van a olvidar los nombres de algunos empresarios.

¿Es partidario de acabar con los privilegios de los expresidentes, de forzar la salida de Francisco Camps del Jurídic?

Camps sigue corrompiendo una institución en el sentido político. Debería tener un gesto de decencia e irse por el bien de su partido, la comunidad y el derecho. Hipotéticamente, que un expresidente esté en el Jurídic, puede estar hasta bien, pero es una vergüenza cuando vas poniendo las fotos una detrás de otra de los expresidentes del PP. Ahora bien hay dificultades legales importantes sobre la inamovibilidad de los cargos. Apelar a la decencia es lo única que cabe y a la firmeza del PP exigiendo a Camps que se vaya.

La corrupción ha sido la marca de la Comunitat mucho tiempo ¿Qué ha pasado aquí?

No me creo la teoría de la manzana podrida. Aquí ha habido una situación de corrupción estructural, que se ha convertido en un hecho de violencia simbólica, una agresión para los ciudadanos que les ha privado de hospitales, de colegios; les ha agredido en su dignidad. Y cuando es estructural hay que buscar dos causas que juntas son la tormenta perfecta: un modelo económico de base especulativa y una acumulación de poder brutal. Ahora se ha hundido el modelo especulativo y hay más dispersión de poder, un gobierno nuevo.

¿El Botànic está a salvo de caer en la corrupción?

Hipotéticamente, una persona puede caer en la corrupción. Pero esta forma de analizar el problema es irrelevante. Lo importante es que la corrupción no pueda, con sus vínculos políticos y económicos, convertirse en una realidad mínimamente determinante del devenir del país. ¿Estamos vacunados? Se puede decir, pero lo diría de otra manera: PSPV y Compromís hemos construido nuestra identidad actual, la que nos ha llevado al Gobierno, el valor principal, como fuerzas anticorrupción. Eso nos da fuerza y nos blinda mucho. Aquí no ha pasado nada raro, como que alguien se le ha olvidado poner un dato en el portal de transparencia, sin que a los dos días me lo hayan dicho.

El último informe de la Sindicatura apunta a irregularidades en la contratación, fraccionamiento y luego ha habido casos de incompatibilidades y sentencias por opacidad ¿No deberían saltar las alarmas?

No me saltan alertas, pero ante cada informe yo pido a mi gabinete que analice y se habla en el Consell. Hay cuestiones donde se producen errores en el sistema, que si no se corrigen y son endémicas sí pueden contribuir a generar un clima que justifique la corrupción. Respecto a los problemas de incompatibilidades, no nos tembló el pulso y, en tercer lugar, que en esta semana de juicios y de descubrir la podredumbre, el PP nos acuse de falta de transparencia es muy patético. Que en dos años y medio estos hayan sido los problemas, los firmaba cualquier gobierno del mundo. Pero estamos vigilantes.

Dos años después la existencia de su conselleria sigue cuestionándose ¿Le duele?

No. Aunque al PP le enfade, esta conselleria existe gracias a ellos. Su actuación tan nefasta presionó a la opinión pública a pedir respuestas y una de ellas fue crear un órgano específico. Incluso en sitios donde gobierna el PP, como en Murcia,se ha creado una.

¿La estructura debería seguir en un nuevo Botànic?

Con independencia de la denominación, una conselleria dedicada a Transparencia será necesaria bastante tiempo. Uno de mis objetivos es preparar una estrategia sobre integridad y gobierno abierto a largo plazo. El problema del PP es que cree que creamos esta conselleria para perseguirlos a ellos, para actuar retrospectivamente y no ha sido así. Ellos me dan lo mismo, lo que quiero es que mi gente se porte bien.

¿Y su gente se porta bien?

Sí. Es verdad que para algunos políticos esto es una novedad que a veces puede resultar molesta. La transparencia exige tener en tensión permanente a muchos cargos públicos, asesores y funcionarios, pero estamos contentísimos. Más allá de algún comentario al principio del tipo 'que latazo es esto', se ha asumido.

Pero hubo bastantes resistencias al principo, el propio portal de transparencia...

Digamos que al principio lo que hubo fue sorpresa. Una cosa es hacer el discurso y otra darse cuenta, por ejemplo, de que iba en serio, que de verdad había que publicar la agenda. Y en algún caso ha habido dudas sobre límites, pero en gran medida todo esto se solucionó con la aprobación del código del buen gobierno. No hemos recibido quejas importantes ni vemos incumplimientos.

¿Cuántas normas ha tenido que descafeinar?

En políticas de Transparencia, no me quedó con esa sensación, sí, en cambio, con la Ley de responsabilidad social. Pedíamos que figurara la prohibición absoluta de que la Generalitat hiciera negocios con empresas que trabajaran en paraísos fiscales y se me hizo ver que legalmente no era posible, por eso la hemos descafeinado. Hay veces que queremos ir más lejos y no podemos, no porque una conselleria no quiera, sino por las dudas jurídicas.

La ley de lobbies se rebajó...

Los cambios no han sido por presiones. Hubo uno que fui el primero en suscitar: la duda de qué es un lobby. Planteé que entidades con reconocimiento institucional como sindicatos, partidos u organizaciones empresariales no fueran lobbies.

A priori resulta chocante.

La Constitución marca que tienen una función esencial en la construcción de la democracia. ¿Cómo limitarles? Es una paradoja, pero el reglamento deberá afinar mucho porque una misma persona puede tener una consideración u otra según la reunión.

¿Los partidos políticos, los sindicatos, las empresas son aún poco transparentes?

Progresivamente van siéndolo. Poco transparente es la Federación Valenciana de Fútbol, los bancos y algunas empresas, aquellas que tienen capacidad de incidir en la trama económica y financiera.

¿No le parece que hay una superestructura de control, cada vez más órganos, con funciones que pueden solaparse?

También en esto se está construyendo un mito. Hay instituciones que tienen que ver con el buen funcionamiento de la Administración tan antiguas como la Generalitat. No las hemos inventado nosotros, sino intentado dignificarlas. Hemos creado el Consejo de Transparencia y la Oficina de conflictos que funciona con funcionarios, pues no se ha contratado a nadie. No hay nada más en esta conselleria.

Y luego está la Agencia Antifraude ¿Era imprescindible?

Las agencias anticorrupción son útiles y necesarias, lo digo yo y Naciones Unidas. En la Administración tenemos nuestras propias medidas de seguridad, pero órganos como el Consejo de Transparencia lo que garantiza es la transparencia, no tanto la prevención de la corrupción. Luego está Fiscalía y entre medio un terreno de nadie. Es bueno una agencia que prevenga, haga mapas de riesgo, haga formación.

Alquilar un piso pagando 10.000 euros al mes por falta de edificios públicos no parece el mejor estreno.

A lo mejor es que no hay edificios públicos. No es tan fácil. Nosotros tardamos año y medio en consolidarnos aquí donde estamos. Es verdad que ha habido desajuste, pero estoy convencido de que no ha habido mala intención.
http://suscriptor.levante-emv.com/comunitat-valenciana/2018/01/28/gurtel-consell-le-olvidar-nombres/1672004.html

"!Paco, vete ya¡"




 Francisco Camps, el miércoles, a su salida del Consell Juridic Consultiu EFE/ Kai Försterling
28/01/2018 -
Francisco Camps se niega a dejar su puesto en el Consell Jurídic Consultiu (CJC) después de que Ricardo Costa confirmara lo que ya sabíamos –como le han pedido Les Corts con la abstención del PP– porque está "muy a gusto", cobra 58.000 euros brutos anuales y ninguna ley le obliga a dejarlo. Por ética, por estética, claman desde la oposición, esperando de quien no tuvo ética ni estética que la tenga ahora.

La culpa de que Camps no pueda ser desalojado del  CJC es de los dos partidos que cocinaron una ley de expresidentes que no permite echarlos hasta que haya una sentencia firme de inhabilitación: PP y PSPV. Es lo que tiene hacer una ley pensando en un retiro dorado del jefe en lugar de en el bien común.

Creo recordar que fue Joan Ribó, entonces diputado de Esquerra Unida, el que pidió que si iban a meter a los expresidentes como miembros natos del CJC, al menos se incluyera en la ley como causa de incompatibilidad para acceder al puesto o permanecer en él la imputación por un delito de corrupción.

Ribó no estaba pensando en Camps, sino en Zaplana, sobre quien siembre cayó la sospecha –desde las escuchas del caso Naseiro anuladas por el Tribunal Supremo–, pero que nunca fue ni siquiera imputado.

(Y ahora sale un empresario, ex líder patronal de los constructores de Castellón, a contar que desde 1997, que él sepa, los políticos corruptos de la Administración valenciana se llevaban no el 3%, sino hasta el 30% de los famosos modificados de obra. Esos modificados sin justificar que con tanta profusión denunciaba la Sindicatura de Comptes sin que nunca pasara nada. Así de fácil era, sin competencia, sin expedientes, con la secreta oposición de algún interventor y, si en el sorteo de expedientes revisados le tocaba, con un parrafito en el macroinforme navideño de la Sindicatura de Comptes en el que se vislumbraba la corrupción entre líneas. Recuerdo un modificado nunca aclarado de 1.500 millones de pesetas en La Fe que construía Dragados-ACS, del amigo Florentino).

Zaplana fue quien convenció a Joan Ignasi Pla para aprobar a toda prisa la modificación legal que otorgaba a los expresidentes el puesto y el sueldo "vitalicio". El entonces líder socialista aceptó, quizás pensando que un día le tocaría a él. Nadie entendió tanta premura hasta que una semana después Zaplana dijo ahí os quedáis y dimitió como presidente para ser ministro de Aznar. Ante la indignación general, los partidos acordaron cambiar la ley y que el cargo dejase de ser vitalicio. Se pactó que fueran quince años para los expresidentes con al menos una legislatura entera cumplida, pero el PP introdujo un arreglito de última hora para que Olivas, con solo once meses de presidencia, no se quedase sin su paguita.

Hay que destacar que ni Zaplana ni Olivas pidieron nunca ingresar en el CJC al encontrar acomodo en el sector 'privado' con sueldos muy superiores, Zaplana en un puesto creado para él en la Telefónica a la que tanto había dado, y Olivas en Bancaja, a la que llevó a la ruina. Tampoco Joan Lerma ni Alberto Fabra lo necesitaron, pues siguen cobrando un sueldo público en el Senado y el CJC es en realidad un colchón para los expresidentes que se van al paro, como Camps.

Camps se quedó en la calle tras su dimisión en julio de 2011 e inmediatamente pidió su ingreso en el CJC. Entró imputado por el caso de los trajes, del que salió absuelto, y continuó sentado en el sillón tras su imputación en el caso Valmor. ¿Qué ha cambiado para que ahora se pida su dimisión con tanta animosidad? Que Costa ha cantado y hasta en el PPCV se han avergonzado. Una cuestión estética que no se ha traducido, de momento, en ninguna nueva imputación.

El cambio del estatuto de expresidentes era una de las promesas del Acord del Botànic, pero en los dos años y medio de Gobierno de Ximo Puig los únicos verdaderamente interesados en cambiarlo han sido los de Podemos. Ahora, todos los grupos con la abstención del PP le piden a Camps que por favor se vaya, ya que no pueden echarlo porque no hicieron su trabajo parlamentario.

Doble rasero con los empresarios

La incoherencia de los partidos del Consell se multiplica cuando se comprueba que en el mismo juicio de Gürtel en el que no se sienta Camps hay nueve empresarios que van a ser condenados sí o sí porque han reconocido que corrompían al PPCV y han pactado una condena, sin entrada en prisión, y una multa irrisoria si la comparamos con lo que se llevaron en adjudicaciones.

El actual Consell continúa adjudicando contratos a las empresas que compitieron con trampas en el pasado. Especial mención merece la firma de residencias de la tercera edad impulsada por Vicente Cotino y Enrique Ortiz, que la Conselleria de Mónica Oltra ya no ve con tan malos ojos. Dicen que la ley de contratos no permite discriminar a las empresas en los concursos aunque hayan crecido nadando en la corrupción. ¿Seguro? ¿Lo han intentado con la ley actual?

Esa ley de contratos es estatal, pero la ley de expresidentes es autonómica. Nueve años llevamos con el caso Gürtel, dos imputaciones del expresidente consejero del CJC, algunas más y una condena de José Luis Olivas -quien tiene derecho a pedir el ingreso en cualquier momento-, y ahora se les ocurre que, a lo mejor, hay que cambiar la ley. A lo mejor, porque de momento todo se ha quedado en un "!Paco, vete ya¡" que no va a funcionar porque Les Corts no son Mestalla.
http://www.valenciaplaza.com/paco-vete-ya

FI D'UNA ERA


Ricardo Costa confirma el fracaso del modelo del PP en Valencia
El ex secretario general del partido simbolizó el final del modelo corrupto encabezado por Francisco Camps
Ricardo Costa confirma el fracaso del modelo del PP en Valencia
Ricardo Costa confirma el fracaso del modelo del PP en Valencia
Juicio de los trajes Ricardo Costa y Francisco Camps sentados en el banquillo de los acusados por el caso de los trajes, pieza separada de Gürtel, por el que fueron absueltos por un jurado popular (Juan Carlos Cárdenas / EFE)

SALVADOR ENGUIX, València
28/01/2018 02:30 | Actualizado a 28/01/2018 10:23
Ricardo Costa logró el pasado miércoles en la Audiencia Nacional cerrar, en el terreno simbólico, un largo y doloroso capítulo de la historia política valenciana que ha tenido tremendas consecuencias en una sociedad hastiada de la corrupción. Sus palabras, en las que reconocía la financiación ilegal del PP valenciano y acusaba a Francisco Camps como la X de esta trama corrupta, tuvieron, para mucha gente, un cierto efecto balsámico. Años de sospechas, de investigaciones policiales y judiciales, de combate de la oposición de la izquierda contra el poder absoluto de un PP hegemónico y de agotadoras pesquisas periodísticas se veían confirmadas. Nunca antes un testimonio de un alto cargo político había resultado tan clarificador sobre la corrupción.

El PP valenciano se conjuró para delinquir durante años, especialmente durante la presidencia de Camps, en toda la Administración valenciana, infectando de corrupción todas las instituciones (la Generalitat, las tres diputaciones, los principales ayuntamientos, las cajas de ahorros) hasta hundirlas, además de numerosas empresas públicas. Los casos son numerosos –Gürtel (varias piezas), Fitur, Cooperación, Imelsa, Fórmula 1, Taroncher, etcétera– y hay decenas de imputados –entre estos dos expresidentes autonómicos, Francisco Camps (Fórmula 1) y José Luis Olivas (Bankia y Banco de Valencia)–, y de acusados , de los que algunos ya están en prisión, como Rafael Blasco, que llegó a ser pieza clave del PP valenciano. Casi toda la cúpula de los ejecutivos de Camps están bajo investigación judicial. No existe un caso igual en España.


Su testimonio ratificaba un método, una época, un modelo, un sistema
Costa, ex secretario general del partido en la comunidad, sólo declaraba sobre el caso de Gürtel referido a la presunta financiación ilegal del PP valenciano en las campañas electorales autonómicas del 2007 y generales del 2008, pero su testimonio ratificaba un método, una época, un modelo, un sistema. Una poderosa maquinaria de saqueo, en palabras del periodista Sergi Castillo, que contó con la complicidad de grandes empresarios, principalmente del ladrillo, y de funcionarios. Una dinámica que, años después, una vez descubierta e investigada, acabaría por hundir al PP valenciano y, en paralelo, deteriorar la reputación de la comunidad, de los valencianos, al fin. Por eso la declaración de Costa tenía ese efecto terapéutico señalado: los valencianos no eran corruptos, ni los militantes del PP, lo eran sus dirigentes, los mismos que habían logrado organizar una trama que se sirvió de los recursos públicos para financiar el partido y para enriquecer muchos bolsillos privados, con millones de euros; más de 12.000 millones, según las investigaciones de Castillo.

El paso de los años, y el cambio político acontecido en mayo del 2015, en la que la izquierda apartó al PP de las principales instituciones políticas, han ayudado a conformar una perspectiva más objetiva, más elaborada, más clara, de lo que fue el tiempo en el que el PP quiso convertir a Valencia en el centro del mundo, a cualquier precio. Y en el que este partido logró convertirse en hegemónico, casi sistémico, con victorias aplastantes (en campañas pagadas con dinero negro) y con enormes complicidades sociales, ahora bajo sospecha.

Camps llegó a la presidencia de la Generalitat y del PP valenciano en el año 2003
Camps llegó a la presidencia de la Generalitat y del PP valenciano en el año 2003, como sustituto definitivo de Eduardo Zapalana. Arropado por Rita Barberá, su mentora, activó el turbo intentó anestesiar a gran parte de la sociedad valenciana con la profusión de grandes eventos: la fórmula 1, la visita del Papa, Copa América, o con grandes iconos arquitectónicos como el Palau de les Arts (con un 600% de sobrecostes), de Santiago Calatrava. Valencia lo quería ser todo, y los valencianos consideraban, según las encuestas, que el PP era el partido que mejor representaba y defendía sus intereses. Por eso arrasaban en las urnas, mientras la izquierda del PSPV se consumía en cainitas batallas internas.

Hubo un dramático episodio que causó graves grietas en ese modelo. Fue el accidente de metro que en julio del 2006 acabó con la vida de 43 personas. En la València más idílica se producía una tragedia que se podía haber evitado, según la comisión de investigación de las Corts Valencianes. Ni siquiera la denunciada manipulación del extinto y poderoso Canal 9 podía ya evitar que muchos valencianos sintieran que el relato construido por la derecha se diluía en la realidad.

El año 2008 las grietas se convertían en fractura. El modelo comenzaba a dar señales de agotamiento en paralelo al estallido del boom inmobiliario. La crisis económica arruinaba a decenas de miles de valencianos. Y en la política española comenzaba a hablarse de un caso que estaba investigando el juez Baltasar Garzón: Gürtel. La movilización social comenzaba a tomar forma crítica, para inquietud del PP. Al modelo de fantasía se oponía una realidad que comenzaba a emerger, la de los barracones, la de las sospechas de corrupción, la de un endeudamiento que hacía crujir las cajas de ahorros controladas por el partido hegemónico.

A pesar de las evidencias, el PP estatal arropaba a Francisco Camps y Rita Barberá. En el año 2008, el president valenciano era una figura en alza, muy influyente, y lograba que Mariano Rajoy fuera reelegido presidente del partido, en un acto pagado con ­dinero negro en la Feria de ­València. El caso Gürtel avanzaba y meses después comenzaba la instrucción del caso de los trajes. Investigación que obligaría a Francisco Camps a abandonar la presi­dencia de la Generalitat y del ­partido en julio del año 2011.

Fue absuelto. Y el PP valenciano siguió apostando por ese modelo que ya se hundía a ojos de una sociedad que comenzaba a comprender la dimensión del engaño. Se sucedían los casos de corrupción, todos protagonizados por dirigentes de este partido. El PSPV reaccionaba, y Compromís y Esquerra Unida enseñaban los dientes a unos políticos que seguían ejerciendo el poder con formas de otro tiempo, mientras en la calle las manifestaciones se sucedían. Llegaba el 15-M y la primavera valenciana, en la que centenares de adolescentes valencianos eran aporreados de manera brutal por la policía por defender una mejores condiciones en la educación valenciana.

La sociedad civil comenzaba a dar la espalda al Partido Popular y se acercaban las elecciones del 2015. La tormenta perfecta, en palabras del profesor Josep Vicent Boira, se había cebado con los valencianos, y los valencianos comprendían que gran parte de la responsabi­lidad de la crítica situación de su comunidad –económica, social y de reputación– tenía un nombre: PP.

El cambio político supuso un cambio de ciclo, y con él un cambio de modelo, hoy garantía de transparencia e imán para la implantación de empresas, muchas llegadas de Catalunya. El periodista Víctor Maceda lo explica con detalle en su libro El despertar valencià: la misma sociedad antaño seducida por un partido hegemónico hasta los más pequeños rincones del poder reaccionaba para construir una Comunidad Valenciana mejor. Se deseaba apartar al PP de las instituciones, y se ejecutaba en mayo del 2015. Un dato: la ciudad de València, cuna del anticatalanismo y gobernada durante cinco legislaturas por Rita Barberá, pasaba a estar gobernada por un alcalde, Joan Ribó, de Compromís.

La historia ofrecía un nuevo capítulo, pero todos los imputados, investigados y condenados del PP negaban la realidad que policías, jueces, fiscales, políticos y periodistas habían certificado. Por eso es fundamental la declaración de Ricardo Costa, porque el que fue mano derecha de Francisco Camps ha verbalizado el modo en el que el PP delinquió para construir su enorme poder, y en paralelo la fantasía que muchos creyeron. Quedan casos por investigar y otros que surgirán. Pero ya nadie tendrá dudas de que el PP valenciano se corrompió contaminando las instituciones y dañando a los valencianos. Esa es la verdad
http://www.lavanguardia.com/politica/20180128/44344086675/ricardo-costa-fracaso-modelo-pp-corrupcion-valencia-francisco-camps.html

Corredor madrilenyo

Estos són els compromisos de la Conselleria de Transparència, Responsabilitat Social, Participació i Cooperació

foto de Generalitat Valenciana.
👥 Seminari de Govern - Hivern 2018 #SeminariVinaròsBenicarló
✍️ Estos són els compromisos de la Conselleria de Transparència, Responsabilitat Social, Participació i Cooperació

Estos són els compromisos de la Conselleria d'Habitatge, Obres Públiques i Vertebració Del Territori

foto de Generalitat Valenciana.
👥 Seminari de Govern - Hivern 2018 #SeminariVinaròsBenicarló
✍️ Estos són els compromisos de la Conselleria d'Habitatge, Obres Públiques i Vertebració Del Territori

Estos són els compromisos de la Conselleria d'Agricultura, Medi Ambient, Canvi Climàtic i Desenvolupament Rural

foto de Generalitat Valenciana.
👥 Seminari de Govern - Hivern 2018 #SeminariVinaròsBenicarló
✍️ Estos són els compromisos de la Conselleria d'Agricultura, Medi Ambient, Canvi Climàtic i Desenvolupament Rural

Estos són els compromisos de la Conselleria d'Economia Sostenible, Sectors Productius, Comerç i Treball

foto de Generalitat Valenciana.
👥 Seminari de Govern - Hivern 2018 #SeminariVinaròsBenicarló
✍️ Estos són els compromisos de la Conselleria d'Economia Sostenible, Sectors Productius, Comerç i Treball

Estos són els compromisos de la Conselleria de Sanitat Universal i Salut Pública

foto de Generalitat Valenciana.
👥 Seminari de Govern - Hivern 2018 #SeminariVinaròsBenicarló
✍️ Estos són els compromisos de la Conselleria de Sanitat Universal i Salut Pública

Estos són els compromisos de la Conselleria d'Educació, Investigació, Cultura i Esport

👥 Seminari de Govern - Hivern 2018 #SeminariVinaròsBenicarló
✍️ Estos són els compromisos de la Conselleria d'Educació, Investigació, Cultura i Esport

Estos són els compromisos de la Conselleria de Justícia, Administració Pública, Reformes Democràtiques i Llibertats Públiques

👥 Seminari de Govern - Hivern 2018 #SeminariVinaròsBenicarló
✍️ Estos són els compromisos de la Conselleria de Justícia, Administració Pública, Reformes Democràtiques i Llibertats Públiques

Estos són els compromisos de la Conselleria d'Hisenda i Model Econòmic

foto de Generalitat Valenciana.
👥 Seminari de Govern - Hivern 2018 #SeminariVinaròsBenicarló
✍️ Estos són els compromisos de la Conselleria d'Hisenda i Model Econòmic