La Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) alertó del riesgo de la crecida del río Magro por el alivio de la presa a las 16.55 horas y advirtió de que las poblaciones de Montroi, Real, Alfarp, L'Alcudia y Algemessí podían verse afectadas; los alcaldes aseguran que no recibieron aviso de Emergencias de la Generalitat, responsable de informarles según el Plan de Inundaciones
Embalse de Forata, durante el episodio de la DANA.
Carlos Navarro Castelló
16 de diciembre de 2024 23:01 h Actualizado el 17/12/2024 05:30 h 1
Uno de los mantras más repetidos desde el PP para tratar de desviar su responsabilidad en la gestión de la DANA durante el pasado 29 de octubre es que la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) abrió las compuertas de la presa Forata y no avisó a los municipios aguas abajo.
Una afirmación de las filas populares que incluye dos bulos. Según la documentación recabada por elDiario.es, es falso que la CHJ no alertara del alivio de la presa y además es falso también que sea el organismo responsable de llamar a las localidades afectadas. Además, las compuertas de la presa permanecían abiertas días antes del 29 de octubre, puesto que estaba al 14% de su capacidad y solo se desaguó cuando llegó al nivel de los aliviaderos, situación que la CHJ advirtió dos veces con una hora de la antelación a la Generalitat. Sin embargo, la alerta masiva a los móviles de los ciudadanos, que se envió por la situación de la presa, no llegó hasta las 20.12 horas.
Según el Plan Especial frente al Riesgo de Inundaciones, el seguimiento de los barrancos y cauces menores debe hacerse a través de la información suministrada por los municipios y los servicios de intervención desplegados en el territorio (Guardia civil, Servicio de Bomberos Forestales de la Generalitat, Policía de la Generalitat, Agentes medioambientales…), que el Centro de Coordinación de Emergencias (CCE) de la Generalitat debe coordinar para tomar las medidas pertinentes.
Además, según el mismo documento, en situaciones 2 de emergencia, las funciones de la Confederación en el Centro de Coordinación Operativa Integrada (Cecopi), como miembro del grupo de seguimiento del riesgo son, textualmente “la evolución de caudales y situación de embalses en grandes ríos y, en caso de activarse un Plan de Emergencia de Presa, proporcionarán información sobre los riesgos de las mismas, asesorarán al director del Plan [la consellera de Justicia, entonces Salomé Pradas] en la adopción de las medidas de protección a la población y velarán por el cumplimiento de lo establecido en el correspondiente Plan de Emergencia de la Presa”.
Por su parte, corresponde al CCE “coordinar toda la información” y entre otras funciones, “mantener informados a los municipios de aumentos, previsibles o notificados por otros organismos, en los cauces de su término municipal” y “determinar, en función del tipo y gravedad de la emergencia las medidas de protección a la población que deban adoptarse; determinar los recursos humanos y materiales que deben asignarse a cada una de las posibles localizaciones de la emergencia en la Comunitat Valenciana, estableciendo las prioridades de actuación que estime oportunas”.
En este marco, la CHJ mandó dos correos a Emergencias de la Generalitat alertando del riesgo en la presa Forata y por extensión en el río Magro. En concreto, a las 16.44 horas remitió el siguiente mensaje vía mail: “El Embalse de Forata presenta una tendencia creciente en su cota. De mantenerse esta evolución, existe la posibilidad de que se alcance la cota de vertido en algún momento durante la próxima hora, lo que se comunica a los efectos oportunos”.
Tan solo unos minutos más tarde, a las 16.55 horas, la CHJ manda el siguiente correo al CCE: “Se comunica que en la próxima hora se prevén caudales superiores a 1000 m3/s en el río Magro por el alivio de la presa. Las siguientes poblaciones se pueden ver significativamente afectadas por el río Magro: Montroi, Real, Alfarp, L'Alcudia y Algemessí. Estos caudales se incorporan al rio Júcar en Algemessí. Se seguirá con la vigilancia del embalse y se comunicará cualquier cambio significativo”.
Pese a este aviso, los alcaldes de Montroi, Real y Alfarp han asegurado elDiario.es que no recibieron comunicación alguna de Emergencias de la Generalitat, si bien explican que alrededor de las 15.20 horas se cayeron todas las comunicaciones como consecuendia del temporal. El de Algemesí también denunció en su día de la ausencia de información. Con todo, cuando se restablecieron, no les llegaron los avisos de aquel día, ni siquiera la convocatoria a una reunión telemática que desde el CCE se convocó para las 18.45 horas del 29 de octubre por el riesgo de colapso de la presa.
Al respecto, fuentes de Emergencias contradicen a los alcaldes y muestran el aviso que se lanzó por redes sociales a las 17.41 horas con la alerta hidrológica en los ríos Magro y Júcar, pero los responsables municipales insisten en que no recibieron información alguna. Con todo, el propio aviso de Emergencias demuestra que recibió la información de la CHJ y que eran los responsables de trasladarla a los municipios.
El siguiente correo de la CHJ a Emergencias de la Generalitat se produjo a las 17.56 horas: “Buenas tardes, el embalse de Forata ha empezado a verter y se prevén caudales superiores a 1000 m3/s en el río Magro”.
Pese a todas estas advertencias, Emergencias de la Generalitat envió el mensaje de alerta a la ciudadanía a las 20.12 horas, un mensaje que se envió por el peligro de rotura de la presa Forata y no por la situación del barranco del Poyo.
Todos estos correos forman parte de los 194 mensajes con diferentes avisos y alertas remitidos por la CHJ al CCE durante toda la jornada del 29 de octubre. Como informó este diario, solo en el periodo que va desde las 14.30h, cuando el presidente Carlos Mazón estuvo en una comida en la que ofreció la dirección de la televisión pública a una periodista valenciana, hasta su llegada al Centro de Coordinación Operativa Integrado (Cecopi) pasadas las 19.30 horas, el Centro de Coordinación de Emergencias (CCE) de la Generalitat recibió un total de 62 avisos procedentes del Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH) de la Confederación. Se trata de diferentes situaciones vinculadas con la DANA, como la superación de umbrales en caudales y en pluviómetros. Cuando se superan estos límites, el sistema genera de forma automática un aviso que se remite al CCE, en el que se ubica Protección Civil.
En relación con el barranco del Poyo, de los 62 avisos, hubo correos informativos a las 16.37h, a las 16.50h por superación de umbrales en los pluviómetros de Chiva; a las 16.57h y 17.02h por el caudal de la rambla del Poyo en Riba-Roja; a las 17.27h por las precipitaciones en Chiva; a las 17.57 de nuevo por la rambla del Poyo en Riba-Roja; y a las 18.28 horas de nuevo por fuertes lluvias en Chiva. A las 18.43 horas, la Confederación mandó el último aviso mediante el sensor ubicado en el barranco, a la altura de Riba-roja, que ya registraba 1.686 metros cúbicos por segundo, lo que propició que la fuerza del agua arrastrara el sistema de medición y, con todo, la alerta no se envió a los ciudadanos hasta las 20.12 horas, hora y media más tarde. En total, el Gobierno valenciano recibió siete avisos por lluvias torrenciales en el barranco del Poyo (Riba-roja) y en Chiva. Todos estos datos están disponibles en tiempo real en la web de la CHJ.
Igualmente, el CCE emitió una alerta hidrológica que mantuvo activada toda la jornada en la primera crecida del barranco del Poyo que se produjo en torno a las 12.20 horas.
Contrariamente a lo que se viene pregonando desde las filas del PP en las últimas semanas, la CHJ no es la única responsable en la medición de los caudales de los barrancos, sino que su sistema SAIH es una parte más de todo el engranaje. Según el Plan de Inundaciones, el seguimiento de los barrancos y cauces menores debe hacerse a través de la información suministrada por los municipios y los servicios de intervención desplegados en el territorio (Guardia civil, Servicio de Bomberos Forestales de la Generalitat, Policía de la Generalitat, agentes medioambientales), que el Centro de Emergencias debe coordinar para tomar las medidas pertinentes.
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