diumenge, 12 de gener del 2025

Descobreix la Casa de les Senyoretes i l’Església Vella a Les Coves de Vinromà

 



12/01/2025

Les Coves de Vinromà ofereixen una experiència única que combina història, arquitectura i tradició a través de visites guiades a la Casa de les Senyoretes de Don Miquel i l’Església Vella, dues joies patrimonials que permeten viatjar al passat i entendre millor el llegat cultural d’aquest municipi del Maestrat.

La Casa de les Senyoretes de Don Miquel

La Casa de les Senyoretes, situada al carrer Sant Joaquim, és un edifici d’origen medieval, segons apunten els seus elements arquitectònics i estructurals. Eugeni Díaz Manteca, al seu llibre Les Coves de Vinromà, una vila del Maestrat històric, situa la construcció inicial al segle XIV. A més, s’hi pot observar el rastre de la muralla medieval, que travessa part de la casa, i es creu que un dels portals de l’antiga fortalesa estava situat al costat de l’edifici.

El molí d’oli, que es troba a la planta baixa de l’edifici, s’assenta sobre la paret de la muralla i es creu que correspon al solar concedit pel mestre de l’Ordre de Montesa el 1322. Aquesta planta baixa està dividida en diverses zones: una destinada a la producció de vi, un molí d’oli amb parts d’una premsa antiga, i magatzems per a oli i gra.

Les plantes superiors estaven dedicades a la vida dels propietaris i el servei. La primera planta, amb cuina, menjador, oficines i alcoves, destaca per la seua rica decoració barroca i grans balcons que il·luminen les estances. La segona planta es destinava al descans dels propietaris, mentre que les zones del graner i sota coberta s’utilitzaven com a espais de servei.

L’Església Vella

Amb l’augment de la població al segle XVIII, l’antiga església, avui coneguda com l’Església Vella, es va quedar petita i es va decidir construir un nou temple en un lloc més cèntric. L’Església Vella conserva el seu valor històric i ens transporta a una època de transició entre els estils arquitectònics barrocs i neoclàssics.

L’Església Nova es va començar a construir cap al 1774, seguint el traçat inicial d’Andrés Moreno i Bartomeu Ribelles. Tot i que la seua façana combina elements barrocs amb un interior neoclàssic, les obres es van prolongar fins al segle XIX. Durant la Guerra Civil espanyola, l’edifici va patir greus danys, però es van preservar els altars neoclàssics, les decoracions en relleu i una valuosa col·lecció d’orfebreria.

Visites Guiades

Fins al mes d’abril, teniu l’oportunitat de descobrir aquests espais històrics a través de visites guiades que tenen lloc dos caps de setmana al mes. Les visites inclouen un recorregut per la Casa de les Senyoretes i l’Església Vella, dos espais que us transportaran en el temps.

Les visites són una excel·lent oportunitat per a aprofundir en la història de les Coves de Vinromà i conèixer de primera mà aquests tresors arquitectònics.

Per a reserves, podeu contactar a través del correu info@lescovesdevinroma.es o del telèfon 964426009. Us esperem per viure aquesta experiència única que posa en valor el ric patrimoni de les Coves de Vinromà

Fotos: Turismo de Castellón i Ajuntament de Les Coves de Vinromà

serMaestrat

‘Síndrome 1933’

 



12 ENE 2025 4:30


Stürmer, 1933. «La famosa frase de Goebbels de que una mentira repetida una y otra vez se convierte en verdad no lo explica todo. Lo que importa de una mentira no es su veracidad ni su verosimilitud, sino las emociones que despierta». Subrayo estas líneas del ensayo Síndrome 1933, un libro reciente cuya lectura me parece imprescindible en este momento de encrucijada para nuestras democracias. En sus páginas, el veterano corresponsal italiano Siegmund Ginzberg describe, a la manera de una inteligente autopsia, cómo se desmorona una democracia y cuáles fueron los síntomas de deterioro democrático que allanaron el terreno para que Hitler, un charlatán autoritario al que pocos se tomaban en serio, ganara las elecciones alemanas en 1933.


Hay un aspecto, de entre todos los que recupera Ginzberg sobre la muerte de la República de Weimar, que resulta especialmente inquietante a la luz del presente. Es el modus operandi de sus verdugos. Concretamente, el de la desinformación y las emociones que desata. Esto se resume bien con el caso del Stürmer, un periódico agresivo que empezó con cuatro hojas distribuidas por Núremberg y sus alrededores y que acabó alcanzando una tirada de cientos de miles de ejemplares leídos con avidez en toda Alemania y escritos por una redacción de más de trescientos «periodistas» dedicados a infundir odio. Pero no solo su odio, sino el odio, el rencor, el fanatismo, la ignorancia, el resentimiento y la frustración de miles de ciudadanos que enviaban sus cartas al tabloide dirigido por el nazi Julius Streicher. Él canalizaba todo ese magma de odio. Prendía el ventilador y magnificaba el odio. Aunque se basara en mentiras. Eso daba igual; lo importante eran las emociones que esas mentiras desataban.



Lo mismo sucede hoy, nos dice Siegmund Ginzberg, con el fenómeno de los insultos virales en redes, las noticias falsas difundidas como revelaciones y ese odio aparentemente auténtico y espontáneo, subraya el autor, que en realidad se cultiva con premeditación. Antes se llamaba Stürmer; ahora sus canales son ilimitados.


Orwell, 1984. Mientras la OCDE aprueba un documento por la integridad de la información para fortalecer la democracia (Hechos frente a falsedades), Le Monde entrevista a Staffan Ingemar Lindberg. El sociólogo sueco dirige, desde la Universidad de Gotemburgo, el Institut Varieties of Democracy, que analiza y mide los índices democráticos en todo el mundo. El titular de la entrevista sobrecoge: «La situación de la democracia es peor que la de los años 30».


El experto habla de Trump como dictador en potencia, de cómo a Erdogan le han bastado diez años para revertir la democracia turca, de cómo Orban ha sembrado en el interior de Europa una semilla autocrática de gran peligro. Y también advierte de una cuestión cada día más evidente: que unas pocas empresas tecnológicas, cada vez más grandes, dominan el mercado de la comunicación (son los Stürmer del presente) y modifican los algoritmos para generar el mayor beneficio posible.


Es obvio que existe un incentivo estructural para cultivar y difundir más noticias falsas y teorías de la conspiración, en lugar de la verdad y el debate honesto y respetuoso. El drama, como subraya Staffan Lindberg, es que la democracia muere con la mentira. Porque el voto libre basado en la mentira es una forma de dictadura. Por eso es urgente actuar ante los mercenarios de la información.


Antiguamente, el imperialismo colonizaba países. Hoy, el imperialismo coloniza cerebros: es más efectivo, menos cruento, más sutil. Es el 1984 de Orwell con carcasas de colores y divertidos politonos. A través de ellos, en las palmas de nuestras manos, los mercenarios de la información intoxican y envenenan la vida pública.


Una realidad paralela

Les es muy rentable construir una realidad paralela que, aunque no exista o sea minoritaria, tiene efectos reales sobre la realidad y acaba modelándola con el cincel de la falsedad.


De entrada, empieza por opacar e invisibilizar cuestiones prioritarias para la sociedad. Un ejemplo: España ha cerrado 2024 con la cifra de paro más baja en 17 años. Es decir, después de la recuperación pospandémica, tenemos el nivel de empleo más alto desde los tiempos de la burbuja inmobiliaria. Aquel era un crecimiento frágil, como el de un gigante con pies de barro como luego se comprobó. El crecimiento actual, en cambio, es mucho más robusto y está cimentado sobre dos grandes avances en materia de derechos laborales: un incremento del salario mínimo del 54% desde el año 2018 (de 736 a 1.134 euros al mes), y una reducción del 25% al 16% de los contratos temporales, lo que garantiza una mayor estabilidad a los trabajadores y sus familias. Y sin embargo, todo ello, aun siendo fundamental para la cohesión social, es hoy silenciado por el ruido y la furia de los Stürmer y sus seguidores.


Otro ejemplo bien distinto de cómo opera la manipulación informativa: coinciden los periodistas Alfons Garcia, Salvador Enguix y Víctor Maceda en que lo que queda de la legislatura valenciana va a girar en torno a la dialéctica de búsqueda y ocultación de la verdad sobre lo sucedido en la dana y (seguro) habrá esfuerzos (notables y dopados) por modificar la percepción de lo sucedido para tratar de formatear a la opinión pública. Aparte de inmoral, es una estrategia nociva para la democracia arrojar tanta basura de desinformación con el propósito de la confusión. Coincido con que la verdad, a la larga, (casi) siempre emerge. No obstante, por el camino, el lodo de la mentira puede dejar atrofiado a nuestro autogobierno y la percepción de su utilidad.


Musk, 2025. ¿La política altera el lenguaje? ¿O es el lenguaje el que cambia la política? Es un buen dilema el que plantea Siegmund Ginzberg, que estudió Filosofía antes de empezar a ejercer el periodismo: un buen camino.

Practicar la autocrítica

Como propósito para el nuevo año que ahora empieza, no estaría de más practicar la autocrítica (la duda: siempre la duda) y preguntarnos qué hacemos engordando el juguete social de Elon Musk, el hombre más rico en la historia de la humanidad. Él está jugando a las injerencias políticas y alentando a la extrema derecha. Y mientras tanto, instituciones públicas, gobernantes, periodistas, escritores, profesores o ciudadanos que aman la libertad y el respeto le hacemos el juego. Estar o no estar en X: sé que es un debate. Y es bueno dudar. Pero en esa reflexión, el asidero deberían ser los mejores valores europeístas, fundados en el humanismo, y la unidad de respuesta de una «internacional demócrata» frente a la «internacional reaccionaria» que solo persigue generar caos, aquí o en Groenlandia, y que bailemos a su son. Es bueno dudar. También lo es recordar. Conocer a qué abocó el odio del Stürmer. Alemania se anegó de odio y fanatismo. Millones de inocentes fueron asesinados, aunque Jean-Marie Le Pen, fallecido esta semana, dijera que las cámaras de gas fueron solo «un detalle» de la guerra. Y al director del Stürmer, Julius Streicher, a quien entre 1933 y 1940 apodaban el rey de Núremberg, lo condenaron y ejecutaron en los juicios de Núremberg. Los emperadores caen. La verdad, a la larga, emerge. Pero ¿qué ocurre en el mientras tanto? Esa es la cuestión.

Opinión | TRIBUNA


Ximo Puig

elperiodicoMediterraneo


RESIDENCIAS: LA ZONA CERO DEL COVID Cuatro fiscalías de Madrid comienzan a investigar la macrodenuncia por las muertes en residencias

 


 Decenas de familiares de víctimas declararán después de que la fiscalía provincial y tres de área abriesen diligencias por presunta discriminación

 Se trata de un paso dado tras la macrodenuncia interpuesta el pasado mes de octubre por 109 personas y contra 29 denunciados

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Varias personas durante una manifestación de Marea de Residencias, a 23 de noviembre de 2024, en Madrid. Juan Barbosa / Europa Press

Lara Carrasco


8 de enero de 2025 08:51h

Actualizado el 09/01/2025 09:56h

@_CarrascoLara

Tres meses después, la primera macrodenuncia que presentaron los familiares de las víctimas de las residencias madrileñas echa a andar en los tribunales. Las cuatro fiscalías que recibieron la querella por un presunto delito de discriminación —la Provincial y las de Alcalá de Henares, Getafe-Leganés y Móstoles-Fuenlabrada-Alcorcón— han acordado abrir diligencias por cada uno de los denunciantes, por los que investigarán 109 causas sobre la presunta denegación de asistencia sanitaria de 115 mayores —de los cuales 111 murieron entre marzo y abril de 2020. Las organizaciones 7.291 Verdad y Justicia y Marea de Residencias ya lo han celebrado, pero también con una advertencia: a partir de ahora, los pasos deben darse con bastante más rapidez.


Fue el pasado 10 de octubre cuando abrieron este nuevo camino. Después de que casi todas sus iniciativas judiciales fueran archivadas —en muchos casos sin ser ni siquiera escuchados—, los familiares de las víctimas de lo sucedido en las residencias durante la pandemia de covid entregaron a la fiscal superior de la Comunidad de Madrid, Almudena Lastra, un documento de más de un centenar de folios en los que detallaban los motivos por los cuales entienden que lo sucedido en estos centros de mayores podría ser constitutivo del delito enmarcado en el artículo 511 del Código Penal, que castiga la "denegación de la prestación sanitaria por motivos discriminatorios". Acusaban de ello a 29 personas, entre las que se encuentran los que fueran directores de Coordinación Sociosanitaria, Carlos Mur y Francisco Javier Martínez Peromingo, firmante y autor de los dos Protocolos de la Vergüenza que impidieron la derivación a los hospitales y tras los cuales 7.291 mayores murieron en los geriátricos, como desveló infoLibre. Y también a Pablo Busca, director del Summa 112 en aquel momento, Antonio Burgueño, director del plan de choque que supuestamente incluía una medicalización de las residencias que jamás se produjo, y los geriatras de enlace responsables de aplicar los protocolos en los 25 hospitales públicos de Madrid.



Un mes tardó Lastra en empezar a trabajar. "Una actuación más que criticable, pero que por desgracia ya no nos sorprende, después de casi cinco años mirando para otro lado y realizando afirmaciones sobre lo ocurrido en las residencias que no se corresponden con la realidad", lamentan las dos plataformas en un comunicado publicado este miércoles. Una vez remitida la macrodenuncia a las cuatro fiscalías, son estas las que han decidido empezar a investigar. Y las que han llamado ya a declarar a decenas de familiares, que empezarán a acudir ante el juez, previsiblemente, a partir de este 8 de enero.


Una casi inminente prescripción

No hay tiempo que perder. Así al menos lo recuerdan ahora las familias, que vuelven a insistir en que a partir de la segunda quincena de marzo prescribirá el posible delito de discriminación cometido con esos 115 mayores. Por eso piden que, una vez se hayan producido las declaraciones, se judicialice rápidamente la causa. Sobre todo porque, dicen, ya aportaron "una abundante prueba documental para demostrar la comisión de los delitos".


En primer lugar, la macrodenuncia aporta pruebas de que la Consejería de Sanidad, entonces dirigida por Enrique Ruiz Escudero (PP), conocía en qué estado se encontraban las residencias, una información que también recibían diariamente la viceconsejera Ana Dávila-Ponde (hoy consejera de Familia, Juventud y Servicios Sociales), Mur y Peromingo. Señala también que gran parte del personal sanitario que hacía falta en los geriátricos era enviado al "hospital milagro" de Ifema y que las derivaciones empezaron a limitarse antes incluso de la aprobación del famoso Protocolo de la Vergüenza. Y que los fallecidos aumentaron allí "donde el Protocolo bloqueó totalmente o casi por completo las derivaciones".

infoLibre

LES COVES DE VINROMÀ: EN ELS DARRERS CINC ANYS S´HAN REGISTRAT MÉS DEFUNCIONS QUE NAIXEMENTS

 


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