La Diada Nacional, l’11 de setembre, és un símbol: el de la unitat del poble de Catalunya, siguin quins siguin els seus ideals i les seves opinions polítiques, al voltant dels anhels col·lectius de justícia, de llibertat i d’autogovern.
La Diada, com ho és la senyera de tots i totes, constitueix la representació de tot allò que ens uneix com a catalans i catalanes per damunt de les lògiques discrepàncies d’una societat plural i democràtica. Volem que la Diada –com la senyera– continuïn sent els símbols d’aquesta unitat civil que les nostres institucions d’autogovern han de preservar amb cura i tenacitat.
Els i les socialistes catalans volem aprofitar la Diada Nacional per reiterar que l’encaix de Catalunya amb la resta d’Espanya té solució. És possible defensar els drets de Catalunya en una Espanya democràtica i respectuosa de la diversitat nacional.
Els problemes són reals i són de fons. Estan relacionats amb el finançament, amb la distribució de les competències, amb la capacitat de participar en la definició de les polítiques estatals i europees, amb la defensa de la nostra singularitat cultural i lingüística. Estan relacionats sobretot amb el reconeixement, des d’Espanya, de les aspiracions nacionals catalanes. I amb el reconeixement recíproc, des de Catalunya, del marc constitucional i estatutari que regula les nostres institucions.
Sabem que és possible, però no fàcil. Cal que es produeixi un canvi d’actitud i fins i tot de llenguatge per part de tots. Hem de tornar al respecte de la llei i al llenguatge de la negociació i del pacte.
Nosaltres, socialistes catalans, volem ajudar a construir aquesta solució. Per això, davant l’atmosfera de tensió propiciada per la fugida endavant dels uns i la incapacitat de proposar solucions dels altres, cridem a la societat catalana a donar suport a una via que impliqui:
Insistir davant els governs de Catalunya i d’Espanya, i les forces polítiques que els donen suport, que aquest ambient de confrontació no ens porta enlloc. Seguir per aquest camí ens porta a trobar més problemes que no pas solucions.
Impulsar l’inici de negociacions entre els dos governs sobre les qüestions concretes més urgents relacionades amb la dotació d’infraestructures, el finançament de la Generalitat i el respecte a les competències en matèria, entre d’altres, de llengua i cultura.
Abordar la negociació del sistema de finançament de l’autogovern, amb l’objectiu de garantir uns recursos suficients, un repartiment just de l’esforç de solidaritat i uns mecanismes de coresponsabilitat que assegurin l’autonomia fiscal en els ingressos i en les despeses.
Plantejar al Congrés dels Diputats l’obertura del debat sobre la reforma constitucional que necessita Espanya i que ha d’implicar, entre d’altres qüestions, el reconeixement nacional de Catalunya, noves regles per al repartiment competencial, un finançament adequat i un Senat federal.
Construir, a Catalunya, un acord bàsic entre els diversos sectors polítics, socials i econòmics, que permeti desbloquejar la situació i reprendre el camí del pacte que tants bons resultats ha donat històricament a la societat catalana.
Aquest canvi d’actitud en relació al conflicte institucional, ha de permetre també canviar l’agenda de govern al nostre país.
El procés ho tapa tot. I correm el risc que, ara que l’economia creix, el debat sobre el repartiment dels beneficis del creixement i les reparacions sobre els costos de la crisi romanguin en un segon pla. Hem de dir, alt i clar, que ara és l’hora de parlar del treball, de l’habitatge, de la indústria, de la recerca, de l’educació, de la sanitat; en definitiva, dels serveis a les persones.
Hoy, 11 de septiembre, es el día de
la muerte de Salvador Allende en 1973 tras el asalto al Palacio de la
Moneda y terrible golpe de estado que sumió a Chile en la oscuridad y la
crueldad de 16 años de dictadura militar y miles de víctimas inocentes.
Mi querido amigo y colega Ernest Nabàs, que sufriera en Santiago el
horror del golpe de estado de Pinochet, recordaba ayer las palabras de
Pablo Neruda en su libro póstumo Confieso que he vivido, cuando el poeta
compartía su infinito dolor por la muerte del compañero y presidente
Allende. «En Chile se estaba construyendo, entre inmensas dificultades,
una sociedad verdaderamente justa. De nuestro lado, del lado de la
revolución chilena, estaban la constitución y la ley, la democracia y la
esperanza. Del otro no faltaba nada. Tenía arlequines y polichinelas,
payasos a granel, terroristas de pistola y de cadena, monjes falsos y
militares degradados…».
Otro 11 de septiembre también nos
ha grabado en la memoria las terribles imágenes del mayor atentado
terrorista de la historia contra las Torres Gemelas de Nueva York, que
arrasó más de tres mil vidas. Era 2001 y el terrorismo sigue asesinado
miles de vidas inocentes en demasiados países.
En 1977,
el 11 de septiembre, un millón de personas se manifestaron en Barcelona
pidiendo el retorno de las instituciones del autogobierno durante la
Diada, que hoy volverá a vivirse pero esta vez inmersa en un laberinto
institucional sin salida, con el levantamiento de muros y una
insoportable ruptura ciudadana. (En la década de los años setenta, el
autogobierno fue una reivindicación justa y necesaria, también aquí, en
este pequeño país mediterráneo al que sigue castigando duramente la
derecha española).
El mismo día, también en 1977,
Escocia recuperaba en referéndum su Parlamento autónomo tras casi 300
años sin la institución. Y en 2014, unos días después, el 18 de
septiembre, Escocia decidió en el referéndum independentista permanecer
en el Reino Unido.
Hoy, aquí, vivimos nuestro 11 de
septiembre, un día espléndido con el comienzo de un nuevo curso que
apunta la mejor política y los mejores datos con la incorporación de
1.443 profesores, la baja de ratio a 22 alumnos, con una Xarxa Llibres
que alcanza a 377.015 estudiantes, con más becas de comedor y con más
aulas y bono infantil.
*Periodista
La línea ferroviaria de alta velocidad llegó a
tener licitadas las obras en sus once tramos y las expropiaciones en 4
municipios -
laura ballester
valència
11.09.2017 | 08:25
Una obra civil, sea carretera o trazado ferroviario, tiene un periodo de gestación mínimo de una década,
que puede alargarse mucho más. Un plazo que empieza a correr desde que
se da la orden de estudio hasta que se recepcionan las obras. Esa
gestación se traduce en la obligación de superar 172 hitos administrativos,
según ha recopilado la Cámara de Contratistas de la Comunitat
Valenciana (CCCV) y se puede observar en el gráfico que acompaña esta
información.
El dato viene a cuento tras desvelarse esta semana
que los proyectos del AVE València-Castelló y el eje pasante para la
alta velocidad y las cercanías por el subsuelo de la capital del Turia
vuelven a la casilla de salida de la enrevesada y costosa tramitación de
los proyectos de obra civil. Como un juego de la oca maldito que
condena al mismo proyecto a tramitarse una y otra vez mientras los años
pasan.
El caso más sangrante es el del València-Castelló.
Los sesenta y un kilómetros de alta velocidad, cuyo diseño se aprobó en
el Pacto de Murcia de 2001, salió a información pública en 2002 y se aprobó definitivamente en 2006. Cuatro años después ya estaban licitados los contratos de los once tramos en los que se dividió la obra. E, incluso, se
habían iniciado las expropiaciones en cuatro municipios afectados
(Sagunt, Quartell, Quart de les Valls y Benavites, todos en la comarca
del Camp de Morvedre).
De hecho, el entonces ministro de
Fomento, José Blanco, se comprometió públicamente a «tener todos los
tramos en obras al acabar 2010». La crisis económica que obligó al
Gobierno central a aplicar una agresiva política de austeridad y
recortar inversiones se llevó por delante trece carreteras en obras en
la Comunitat Valenciana y también la construcción del AVE
València-Castelló que iba a ejecutarse con cargo a los presupuestos del
Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), la empresa
pública dependiente del Ministerio de Fomento.
Ni con la fórmula público-privada
A
pesar de los recortes, el ministerio intentó sacar adelante el proyecto
del AVE Valencia-Castelló mediante la fórmula de la colaboración
público-privada. De hecho, el Diario Oficial de la Unión Europea (DOUE)
llegó a publicar dos anuncios de información previa de la licitación del
trazado.
El más voluminoso era el referido a las obras de
plataforma, por valor de 876,3 millones más otros 50 millones por el
mantenimiento de la infraestructura. El contrato incluía la redacción de
los proyectos constructivos (que Fomento ya tenía redactados y que las
empresas podían asumir y modificar), la ejecución de las obras de
plataforma y el montaje de vía.
El otro contrato era el de la
llamada «superestructura» del AVE València-Castelló, que ascendía a 219
millones de euros y que incluía la redacción de los proyectos de las
instalaciones de energía, señalización, telecomunicaciones fijas y
móviles e instalaciones de protección civil y seguridad. Además estaba
el mantenimiento de las instalaciones durante 25 años, cuyo coste
ascendía a 87 millones de euros.
Sin embargo, el Gobierno central
cambió apenas dos meses después, en diciembre de 2011, cuando el PP
logró la mayoría absoluta que situó a Mariano Rajoy al frente del
Ejecutivo. Y justo con la llegada del nuevo año, la ministra de Fomento,
Ana Pastor, desechó todo el trabajo realizado y apostó por la
instalación del tercer carril. Ese proyecto, que fue prometido para el
año 2015, sigue sin estar operativo hoy, a finales de 2017.
VALÈNCIA.
Superado el ecuador de la legislatura en la que, tras dos décadas de
dominio del PP, la izquierda consiguió recuperar el timón de la
Generalitat merced al Pacto del Botánico, los bloques antagónicos
mantienen un cierto equilibrio respecto a los resultados de 2015 que
permitiría a PSPV y Compromís continuar al mando del Consell por cuatro
años más. Ahora bien, las fuerzas entre los compañeros de viaje en el
Gobierno valenciano se igualan sensiblemente: los socialistas se
mantienen por delante en escaños pero la coalición se pone por delante
en porcentaje de voto estimado.
Así lo evidencia la encuesta encargada por Valencia Plaza
a SyM Consulting realizada con un total 1.404 de entrevistas
telefónicas asistidas por ordenador realizadas entre el 31 de agosto y 2
de septiembre (Ficha técnica completa al final del artículo).
SyM Consulting fue la empresa demoscópica que más se acercó al
resultado electoral de las Elecciones Generales de junio de 2016.
De
esta manera, los resultados arrojan un respaldo de los ciudadanos
similar al que se produjo en los pasados comicios. El PPCV seguiría
siendo la fuerza más votada de la Comunitat pero, contrariamente a la
recuperación que apuntaron las dos elecciones generales celebradas en
2015 y 2016, la formación que lidera Isabel Bonig no
habría avanzado ni un milímetro para lograr el objetivo de la remontada,
moviéndose en una horquilla de entre 29 y 30 diputados -26,7%-,
mientras que actualmente tienen 31 en Les Corts y el resultado cosechado
en porcentaje en 2015 fue inferior en apenas dos décimas.
Isabel Bonig, líder del PPCV. Foto: EVA MÁÑEZ
Ahora bien, los populares
también pueden leer estos resultados con cierto optimismo, dado que
constatan que el PSPV liderado por el presidente de la Generalitat, Ximo Puig,
tampoco es capaz de despegar pese a llevar más de dos años gobernando y
sigue muy lejos de poder avanzar hasta la primera posición que ocupa el
PPCV como fuerza con mayor representación en la Comunitat. Así, los
socialistas se situarían según la encuesta en un resultado de entre 21 y
23 escaños -19,7%, medio punto menos que en 2015- mientras a día de hoy
poseen 23 diputados.
En esta línea,
podría decirse que este sondeo evidencia que el PSPV, sin ninguna
brillantez, lograría su objetivo de mantenerse por encima de su socio -y
rival- Compromís en número de escaños, pero no en votos. A dos años
vista, el empate técnico con Compromís resulta preocupante para los
socialistas.
Según el sondeo, la
coalición nacionalista supera en un punto al PSPV pero su menor fuerza
en Castellón y, sobre todo, en Alicante, hace que no los supere en
escaños. La pregunta, si se diera ese resultado, si lo que marca quién
es presidente de la Generalitat es el número de votos o el de escaños.
Compromís, a buen seguro, trataría de hacer valer la fuerza de los votos
para lograr que Mónica Oltra se convirtiera en la primera mujer en presidir el Gobierno valenciano.
Montiel, ahora sustituido por Estañ en Podemos, Puig y Oltra en la renovación del Botánico. Foto: MARGA FERRER
La
fuerza valencianista se queda, según la encuesta, en 21 escaños; dos
más de los que ahora mismo posee en Les Corts y muy cerca de los
socialistas e incluso con opciones de alcanzar el empate. Un resultado
que quedaría lejos del sondeo de la coalición realizado en abril que avanzó este diario,
en el que se le situaba por encima del PSPV y empatado con el PPCV.
Ahora bien, la fuerza valencianista se sitúa en un 20,8% de la
estimación de voto lo que le lleva a superar en un punto a los
socialistas y en dos la marca conseguida en 2015.
Por
otro lado, Ciudadanos es la otra formación que obtiene una mejoría
respecto a los resultados de 2015. Aunque no bastaría para ser decisivos
para un posible acuerdo que resultara mayoritario con el PPCV, el
aumento de dos escaño -y dos puntos porcentuales hasta el 14,2%- es es
una buena noticia para la formación naranja e incluso en el mejor de los
casos podría otorgarle cierto protagonismo si hubiera una ruptura entre
PSPV y Compromís tal y como ocurrió en la negociación de 2015 cuando
los socialistas llegaron a coquetear con Ciudadanos ante la falta de
fluidez inicial con la fuerza valencianista.
Fernando Giner junto a Toni Cantó, Marta Martín y Mari Carmen Sánchez, miembros de la dirección de Cs
En
cambio, pese al cambio de líder y portavoz, Podemos sigue sin terminar
de arrancar en la Comunitat según refleja la encuesta, que muestra que
el partido encabezado por Antonio Estañ perdería entre
uno y dos escaños de celebrarse ahora las elecciones autonómicas, aunque
se mantendría en un idéntico 11% de respaldo. Así, con una horquilla de
entre 11 y 12 diputados, la formación morada tendría, no obstante, la
llave para propiciar de nuevo un gobierno de izquierdas y, a buen
seguro, el debate se centraría con intensidad en saber si en esta
ocasión darían el paso para entrar en el Consell.
Escaños por provincias: Compromís empataría al PPCV en Valencia
En
cuanto al reparto que se produce en las tres provincias, las
variaciones indican que el PPCV perdería fuelle en Castellón, donde
caería entre uno y dos escaños -posee ocho actualmente-, y bajaría de 12
a 11 en Valencia. Por el contrario, en Alicante sumaría tres puntos en
porcentaje de voto y un diputado, hasta los 12 mejorando, el resultado
de 2015.
Antonio Estañ junto a Fabiola Meco, Pilar Lima y Antonio Montiel. Foto: KIKE TABERNER
Por
su parte, los socialistas se mantendrían según este sondeo en las
provincias de Castellón y Valencia mientras se dejarían un escaño en
Alicante, quedándose en ocho diputados. Mientras, Compromís sumaría uno
en Castellón -de cuatro a cinco- y reforzaría su buen resultado de 2015
en Valencia, creciendo en un escaño y empatando con el PPCV a 11. En
Alicante repetiría resultado.
Respecto a
las fuerzas emergentes, es destacable que Ciudadanos crecería en un
diputado en Valencia y se convertiría en tercera fuerza en Alicante,
sumando un escaño hasta los seis y dejando atrás el triple empate que se
dio en 2015 con Compromís y Podemos. En cuanto a la formación morada,
se dejaría un escaño en Alicante y peligraría otro en la provincia de
Valencia respecto a 2015.
Ficha técnica (por provincias)
Nivel de confianza: 95,45% Margen de error máximo: 4,42% (Valencia) / 4,33% (Alicante) / 4,89% (Castellón) Total de encuestas válidas: 491 (Valencia) / 511 (Alicante) / 402 (Castellón) Técnica: Telefónica asistida por ordenador (IVR) Muestreo: aleatorio estratificado por sexo, edad y población. Trabajo de campo: Del 31 de agosto al 2 de septiembre de 2017. Director: Eduardo San José Requejo. Politólogo. Empresa: SyM Consulting
Hablamos, como poco, de 65.000 millones de euros evaporados de las arcas públicas estatales de 2009 a 2016 gracias a las ayudas oficiales a la banca española y a la amnistía fiscal de 2012 que condonó multas y rebajó los tipos impositivos a defraudadores de los ejercicios de 2008, 2009 y 2010.¿Tomará la iniciativa de acusar al Gobierno del PP, al presidente Rajoy y al ministro de Hacienda Montoro de malversación de caudales públicos la Fiscalía General del Estado?
El Banco de España ha hecho públicos los datos oficiales sobre los costes que la crisis financiera ha tenido para el país. Este informe se refiere al dinero público que recibieron las entidades rescatadas a través del FROB y del Fondo de Garantía de Depósitos. El FROB (dinero público) aportó 54.353 millones de euros de los que se calcula que sólo se han recuperado 3.873 millones. El Banco de España espera que la cifra se incremente en unos 10.000 millones más con la venta de la participación del Estado en Bankia. En total, el órgano supervisor espera que se recuperen tan sólo 14.275 millones, por lo que la estimación de pérdida se sitúa en más de 40.000 millones de euros.
Luis de Guindos se apunta un nuevo «éxito» a su «gloriosa carrera» al frente del Ministerio de Economía. Hay que recordar que en los años en que se pidió ese rescate a la banca el Gobierno del Partido Popular recortó en más de 9.000 millones de euros los presupuestos en educación y los de sanidad en otros 12.000. La protección a los desempleados, las pensiones y todo lo relacionado con el Estado del Bienestar fue sajado sin piedad por el Partido Popular. Sin embargo, se consiguió un rescate de Europa que el Gobierno nunca reconoció como rescate pero que, en realidad, lo era puesto que la devolución de ese dinero incrementaba nuestro déficit y provocaba que se implementaran más recortes para cumplir con los salvajes objetivos de cumplimiento de déficit impuestos por la Unión Europea.
Según el Tribunal de Cuentas, el coste que para los españoles está teniendo el rescate a las entidades financieras supera los 60.000 millones de euros. Estudios independientes realizados por catedráticos y especialistas en banca estiman que esa cifra está por encima de los 130.000 millones de euros. Sin embargo, nuestro ministro de Economía en rueda de prensa afirmó que no tendría ningún coste para los españoles.
Luis de Guindos es el peor ministro de Economía que ha tenido España, y el listón lo había dejado muy alto Elena Salgado. Esta es la principal razón por la que no está presidiendo el Eurogrupo porque en los países europeos se valora la eficacia y no las influencias. El pasado de De Guindos está lleno de fracasos, el principal, ser el presidente de Lehman Brothers en España y Portugal en el momento de su quiebra, hecho que provocó la crisis económica global que aún sigue afectando a los ciudadanos españoles. El éxito de una buena gestión no se logra a través de una experiencia plena de puestos en consejos de administración sino con el conocimiento de las herramientas de gestión en una empresa, una multinacional, y, mucho más, un país.
Cuando ha logrado tener éxito en algo, ha dejado a más de 300.000 familias en la ruina.
Diez años después de que la ex alcaldesa triturara su techo electoral y se impusiera a la candidatura socialista de Carmen Alborch, la Unidad Central Operativa (UCO) ha acreditado documentalmente y a través de testimonios queAlfonso Grau era el cajero de la bolsa de dinero negro que se llenó con donaciones en metálico, aportaciones de contratistas y ampliaciones de capital aparentemente simuladas en una empresa que iba a impulsar proyectos singulares en Valencia.
Estas dinámicas de financiación irregular son las que Alfonso Grau y Rita Barberá escondían detrás de los grupos Laterne y Trasgos, las dos empresas del sector de la comunicación que han montado las campañas municipales del PP en los últimos diez años. En paralelo, ambas compañías iban obteniendo adjudicaciones de contratos del Ayuntamiento y diversas fundaciones públicas.
2007 es el año en el que la UCO sitúa el punto de partida de la investigación y es el que aborda el informe con documentación interna de Laterne, pero los agentes sugieren que la misma mecánica se extendió en sucesivas elecciones a través del grupo Trasgos, contratada para la campaña del año 2011, y «permitió, al igual que entonces, que terceros sufragasen de manera efectiva gastos propios del partido, velando su identidad de manera buscada, todo ello perfeccionado hasta el punto de permanecer oculto a los órganos fiscalizadores».
Las diligencias policiales practicadas en el último año constatan esa relación de confianza entre Grau y las empresas que favorecieron que estas dinámicas se desarrollaran, y confirman que Barberá tenía su propia Gürtel en el Ayuntamiento. La campaña de 2007 del PP en la provincia se presupuestó en poco más de 130.000 euros, pero en la ciudad el coste total ascendió a más de dos millones de euros, según sospecha la UCO.
La investigación desarrollada ha permitido conocer que Alfonso Grau era la persona que realizaba las tareas de recaudación en épocas próximas a periodos electorales, al menos en los años 2007 y 2011. En las de 2015, tras la marcha de Grau por su implicación en el caso Nóos, del que resultó absuelto, el sumario atribuye la función a Mari Carmen García-Fuster, la secretaria del grupo municipal detenida por el presunto blanqueo múltiple de 50.000 euros.
Pero es Alfonso Grau la persona que, en representación del grupo municipal popular, interactúa con la empresa Laterne para desarrollar los trabajos con motivo de la campaña electoral del año 2007. Grau se encargó de su seguimiento y la Guardia Civil explica que su intervención fue decisiva para el pago de las facturas.
A Grau le unía una relación de amistad con Vicente Tormo, administrador de Laterne ya fallecido, y se implicó personalmente en el asunto. Supervisó el desarrollo de cada acto e incluso dio órdenes a los empleados de Laterne para reforzar la imagen de la ex alcaldesa. El informe recoge nueva documentación entregada por colaboradores de Laterne que detalla las indicaciones recibidas en este sentido: «AG pide que le quitemos sombra del pelo a Rita»; o «AG quiere que las lonas de la unidad móvil se estructure en: 1 tradicional de RB. La otra con imágenes de la ciudad de cosas hechas por RB (a ser posible en estos últimos 4 años)».
Grau se sentía en Laterne como en su casa y entre sus empleados, al igual que ocurrió con Trasgos, han figurado varios asesores del grupo municipal. Uno de ellos es Jesús Gordillo, la persona que ha guardado en todo este tiempo la documentación que ha permitido descubrir las aparentes trampas del PP.
Gordillo ha desvelado a los investigadores muchos de los detalles a los que tuvo acceso por esa relación de confianza que mantenía con Alfonso Grau. Su testimonio sitúa al ex dirigente del PP como uno de los principales intervinientes en los hechos. No sólo por su implicación directa en el seguimiento y control de la campaña, puntualiza la UCO, «sino también por su contribución a la obtención de fondos que permitiesen afrontar el pago de la deuda a los proveedores electorales».
Los agentes creen a Gordillo porque han comprobado su declaración. El asesor de Grau admitió que ejerció de pagador y la UCO ha encontrado los apuntes bancarios correspondientes al abono de determinadas cantidades de dinero en efectivo por parte de Laterne a los distintos proveedores que aún no habían cobrado.
Para que Laterne siguiese escondida, se dieron instrucciones concretas a los proveedores para que modificasen las facturas y borrar cualquier rastro que identificara la naturaleza electoral del gasto.
Otra operativa descrita para llenar las cuentas de Laterne y saldar las deudas consistió en la aportación de una determinada cantidad económica de empresarios-contratistas, inicialmente a modo de préstamo, que tendría como finalidad la aportación de capital para constituir otra empresa de Laterne, Product Management Council (PMC).
Es en esta mecánica donde la investigación sitúa a José María Corbín, cuñado de Barberá. PMC pretendía impulsar proyectos singulares en Valencia, como el Valencia Experience o la Torre de la Música, pero no hizo nada de lo que promocionó y todo lo que tocó se convirtió en pufo. Una de las compañías que participó en este proyecto es SAV Agricultores de la Vega. Controla el 44% de la contrata del servicio de limpieza de la ciudad, lo que se traduce en 26 millones de euros al año hasta 2020.
Corbín aparece en el informe policial como el abogado que asesoró a Laterne en la constitución de PMC.
Abonó, durante la campaña de 2007, 8.120 euros a 13 Televisión y 15.103 a Mediterráneo
El grupo municipal popular en el Ayuntamiento de Valencia recurrió al dinero que los recaudadores almacenaron en la caja b para pagar por entrevistas en televisión a sus concejales durante la campaña electoral de las elecciones municipales de 2007. En concreto, el PP de la ciudad de Valencia pagó a Canal 13 Televisión 8.120 euros correspondiente a dos entrevistas al ex vicealcalde Alfonso Grau, a juicio policial el centinela de la presunta caja b de Rita Barberá, y Alfonso Novo, ex portavoz municipal del PP, los días 24 y 25 de mayo de 2007-las elecciones se celebraron el domingo día 27-.
Además, entre la documentación analizada por la Guardia Civil, aparece otra factura que acredita el pago de 15.103 euros a Televisión Popular del Mediterráneo por dos entrevistas más en campaña a Novo y Grau. En ambos casos la Unidad Central Operativa (UCO) ha constatado que los conceptos se modificaron para ocultar la naturaleza electoral del gasto y burlar los controles de los órganos de fiscalización.
El PP del Ayuntamiento de Valencia no sólo pagó con dinero negro entrevistas en televisión a sus concejales para reforzar la marca del partido. Según se desprende del informe que la Guardia Civil ha entregado al juzgado, Grau también abonó con la caja b la campaña de promoción del grupo municipal en toda la prensa escrita valenciana y hasta una factura de 5.510 euros en concepto de una paella para mil comensales que Barberá compartió con los vecinos del barrio de Castellar, el día 19 de mayo de 2017.
Estas facturas aparecen en el listado de clientes del grupo Laterne, la empresa pantalla con la que Grau pudo disponer de grandes cantidades de dinero que permitieron contratar unos trabajos por un importe muy superior al legalmente establecido, dice la Guardia Civil. En esa campaña el presupuesto oficial del PP para toda la provincia de Valencia ascendía a poco más de 130.000 euros, pero el equipo de Barberá dispuso de más de 2 millones de euros para sus actos, según sospecha la UCO.
La documentación de Laterne que ha analizado la Guardia Civil apunta a que todas estas facturas se pagaron en metálico a través de ingresos en ventanilla en varias entidades bancarias. Por ello «una de las principales conclusiones que se extraen de la investigación desarrollada es que en el año 2007, al igual que en los años 2011 y 2015, se habría vuelto a disponer de grandes cantidades de dinero en efectivo en billetes de elevado valor facial (500 euros) para hacer frente al pago de determinados trabajos encargados con motivo del periodo electoral correspondiente a las elecciones municipales del año 2007».
La investigación desarrollada ha permitido conocer que Alfonso Grau era la persona que realizaba las tareas de recaudación en épocas próximas a periodos electorales, al menos en los años 2007 y 2011. En las de 2015, tras la marcha de Grau por su implicación en el caso Nóos, del que resultó absuelto, el sumario atribuye la función a Mari Carmen García-Fuster, la secretaria del grupo.
Al parecer, el sistema de recaudación era el siguiente: Laterne firmaba un contrato con el grupo municipal popular para la campaña y, a su vez, recaudaba dinero negro de grandes contratistas del Ayuntamiento para sufragar gastos electorales de forma irregular y así pasar inadvertidos ante los órganos fiscalizadores. En relación a estas dinámicas, la UCO explica que «resultan de especial interés aquellos indicios recopilados que apuntan a la procedencia de los fondos, y los que sitúan a Alfonso Grau, desempeñando un papel relevante en todas ellas». Además, se realizaron ampliaciones de capital para que Laterne tuviera liquidez y afrontar las deudas electorales de 2007.
El ex vicealcade de Valencia ejerció durante varias convocatorias electorales de jefe de las campañas de Barberá y las diligencias policiales practicadas han apuntalado ahora su participación en los hechos delictivos que se investigan.