Como era previsible, la sesión estuvo capitalizada por la amnistía y otros pactos alcanzados por el PSOE con ERC y Junts, pero estos dos asuntos, fundamentales para las finanzas de la Generalitat, se colaron entre los discursos de Sánchez y de la líder de Sumar, Yolanda Díaz, quien concretó más que el socialista el maltrato del sistema a la autonomía.
La C. Valenciana fue mencionada en diferentes momentos por el candidato socialista, que se apoyó en repetidas ocasiones en las alianzas tejidas entre el PP y Vox en este y otros territorios para neutralizar los ataques del presidente popular, Alberto Núñez Feijóo. El líder del PP, en una de sus réplicas, llegó a exigir a Sánchez disculpas por sus «insultos» a estas autonomías y a sus presidentes.
Mención especial para Carlos Flores, candidato de Vox a la Generalitat y desviado al Congreso por su condena por violencia machista contra su exmujer, a quien Sánchez hizo referencia hasta en dos ocasiones, aunque sin citar expresamente, para afear las cesiones de Feijóo a los de Santiago Abascal en materia de Igualdad. Incluso recordó la justificación del «divorcio duro» a la que hizo referencia Feijóo en la campaña.
No hubo referencia al Puerto de Valencia, mientras el corredor mediterráneo fue mencionado una vez por Díaz, que pidió impulsarlo junto al atlántico.
Como se anunció, la reforma del sistema de financiación (pendiente desde 2014) vuelve a ser una promesa de legislatura, como la pasada. Y como la pasada, tampoco hubo compromiso temporal. El socialista aseguró que habrá «nuevo modelo» durante este mandato y que estará basado en la «equidad, la autonomía financiera y la corresponsabilidad fiscal». Más concreta fue Díaz, que volvió a reconocer expresamente que la C. Valenciana es la «peor» tratada por el actual sistema y reclamó que esta sea «la legislatura de la financiación». Sánchez dio por buena en su réplica esta afirmación de la vicepresidenta.
En este último punto lanzó un dardo a las comunidades gobernadas por la derecha, como la valenciana, al señalar que lo «curioso» que le resulta que Ejecutivos autonómicos como el de Carlos Mazón «bajen impuestos y luego nos pidan más recursos». No la nombró explícitamente, pero es el caso exacto de la Generalitat, que ha impulsado varias rebajas fiscales mientras reclama 1.600 millones de euros al Gobierno. Esa rebaja fiscal de Mazón fue tildada por Sánchez de «regalo a los ricos».
Feijóo, por su parte, acusó al socialista de haber iniciado ya ese cambio en el modelo de financiación y de dirigirse ahora hacia uno «asimétrico e insolidario».
Respecto al otro gran compromiso que atañe a la C. Valenciana, la quita de la deuda, Sánchez apuntó que el Ejecutivo central «asumirá parte» de los pasivos autonómicos derivados de la crisis financiera y que esta condonación estará abierta a «todos» los territorios, hayan tenido que acogerse al fondo de liquidez (FLA) o no.
Hubo otras referencias valencianas, como la mención de Sánchez a las gigafactorías, que puso de ejemplo de la «descentralización» y «policentrismo» de su Gobierno. También hizo referencia a la «alianza de perdedores» entre PP y Vox en Elx o Torrent.
elperiodicoMediterraneo