los medios, relegados a una sala anexa, siguieron la sesión de forma telemática
El líder nacional del PP, Alberto Núñez Feijóo, a su llegada a la reunión con los alcaldes de la Dana. Foto: ANA ESCOBAR/EFEVALÈNCIA. El presidente nacional del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, visitó este jueves la provincia de Valencia por tercera vez desde que la Dana devastara el territorio el pasado 29 de octubre. En esta ocasión, la reunión convocada con los alcaldes y portavoces de la formación afectados por la riada ha evidenciado un notable distanciamiento entre el dirigente y los medios de comunicación. Pese a haberse anunciado como un evento abierto ante la prensa, esta no tuvo la oportunidad de formular preguntas ni de interactuar con el líder popular.
No es la primera ocasión en la que el líder nacional del PP rehúye a los medios valencianos. Lo mismo sucedió este miércoles, cuando la visita de Feijóo a la región se realizó sin información oficial previa sobre los municipios que visitaría, ni itinerario, ni previsión de imágenes, ni convocatoria a los medios ni tampoco interactuación programada con la ciudadanía.
Durante la reunión mantenida con los alcaldes y portavoces del PP valencianos, los medios se vieron relegados el a una sala anexa desde donde siguieron las declaraciones de Feijóo; el president de la Generalitat, Carlos Mazón y de otros cargos del partido, como la alcaldesa de València, María José Catalá o el presidente de la Diputación, Vicent Mompó, de forma telemática.
Sin espacio para formular preguntas, la intervención de Feijóo se limitó a un discurso centrado en criticar la gestión del Gobierno central y en prometer el respaldo de su partido a las familias, autónomos, empresas y ayuntamientos damnificados por la Dana. Al mismo tiempo, destacó que su presencia en el territorio valenciano no responde a la tónica de "hacer política" o "posar para las cámaras", sino a escuchar las necesidades de los ediles y vecinos afectados.
Por su parte, el discurso de Mazón reforzó la narrativa del PP como principal garante de los intereses valencianos en la crisis de la Dana. "Hemos puesto en marcha la mayor movilización de recursos en la historia de nuestro autogobierno", aseguró el Jefe del Consell, antes de enumerar las medidas impulsadas desde la Generalitat, entre las que figuran exenciones fiscales o la provisión de viviendas temporales para los afectados. En la misma línea que su homólogo nacional, Mazón cargó contra el Gobierno de España, al que acusó de actuar con "indolencia". "Nos encontramos solos, gestionando una tragedia que exige un esfuerzo conjunto del Estado y la Comunitat Valenciana", sentenció.
La alcaldesa de València, María José Catalá, adoptó un tono similar en su intervención, agradeciendo la implicación de Feijóo y criticando la falta de respuesta del Ejecutivo central. "La noticia es que el presidente del Gobierno no está, ni se le espera", afirmó y añadió que "la llegada a cuentagotas del Ejército y la ausencia de medidas preventivas son inaceptables". Catalá cerró su discurso con un llamado a la unidad política y social para reconstruir los municipios afectados, subrayando que "no podemos permitir que los valencianos sigan pagando los platos rotos de una gestión insuficiente".
Un contexto de sensibilidad política
La gestión de la Dana se ha convertido en un tema central en la agenda política valenciana y nacional, especialmente, en un momento en que las catástrofes naturales evidencian la necesidad de cooperación entre las administraciones. Ante este panorama, el Consell ha redoblado su apuesta por posicionarse como la voz más firme en defensa de los afectados, al mismo tiempo que no desaprovecha ninguna ocasión para afear al Gobierno de Pedro Sánchez su "ausencia" e "ineficacia".
Por su parte, Feijóo ha utilizado su intervención de este jueves para anunciar que el PP presentará en el Congreso de los Diputados una proposición de ley con medidas concretas para la reconstrucción de las zonas afectadas. Estas incluyen la exención de impuestos a los damnificados, financiación directa para infraestructuras municipales y ayudas específicas para autónomos y pequeñas empresas.
Sin embargo, la falta de un espacio para detallar estas medidas y responder a posibles críticas o matices ha dejado la impresión de un mensaje incompleto. Por todo ello, la visita de Feijóo, aunque relevante en términos simbólicos -puesto que ha escogido València como su primer desplazamiento del año 2025-, subraya las tensiones entre las estrategias de comunicación política y las exigencias de transparencia en un momento crítico para el territorio.
Precisamente, en un contexto en el que la reconstrucción de los municipios afectados exige claridad y rendición de cuentas, la elección de un evento cerrado a los medios sugiere una estrategia orientada más al control del mensaje que al diálogo. En última instancia, el acto de Feijóo en València subraya una paradoja: el discurso político que reclama proximidad y compromiso, pero que, en la práctica, elige mantener la distancia con quienes ejercen el papel de intermediarios entre las instituciones y los ciudadanos.
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