diumenge, 21 de setembre del 2025
TRAGÈDIES DEL 29-O I ALTRES : LES GARRAMES
Portavoces de emergencias en la diana: misma estrategia con la Dana, los incendios y la pandemia
El epidemiólogo Fernando Simón, la directora de Protección Civil, Virginia Barcones, y el funcionario de la Aemet José Ángel Núñez explican cómo es verse en el ojo del huracán por comunicar en tiempos de crisis
David Velasco Entre enero y junio de 2020, en los meses más crudos de la pandemia, Fernando Simón ofreció alrededor de un centenar de ruedas de prensa. En su papel de responsable del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES) asumió el rol de explicar la peor crisis sanitaria en más de un siglo, con la población confinada en sus hogares, el sistema sanitario colapsado y la economía prácticamente paralizada. En una situación de excepcionalidad total, donde hubo aciertos y errores, su presencia en aquellas comparecencias generó confianza en sectores de la población, pero dio lugar también a una corriente de odio alentada por determinados políticos, periodistas y opinadores.
Ese clima de cierta toxicidad, amplificado con el altavoz de las redes sociales, ha vuelto a manifestarse este verano a raíz del desastre provocado por la ola de incendios, que dejó cuatro víctimas mortales y más de 300.000 hectáreas quemadas. En este caso, la portavoz que se puso a diario al frente de las cámaras fue la directora general de Protección Civil y Emergencias, Virginia Barcones, una política afiliada al PSOE y curtida en el ámbito autonómico, donde fue procuradora y delegada del Gobierno.
Sus críticas a los Ejecutivos de Castilla y León, Galicia y Extremadura por pedir “imposibles” y crear “polémicas artificiales para no tener que hablar de su propia gestión” de los fuegos la situaron en el centro de los ataques de varios dirigentes del Partido Popular, que la tacharon de “pirómana” y de “hooligan del PSOE”. Los casos de Simón y Barcones no son únicos.
Científicos como José Ángel Núñez, jefe de Climatología de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en la Comunidad Valenciana, han denunciado incluso haber recibido amenazas como consecuencia de sus explicaciones técnicas sobre la gestión de la dana más devastadora de este siglo en España. Núñez, al igual que Simón, es un funcionario sin adscripción partidista que un día se vio en el ojo del huracán por el mero hecho de difundir información en un momento de crisis.
Semanas después de dejar atrás las agónicas jornadas de agosto, en las que hubo que acordar el desalojo de 40.000 personas, Barcones defiende que se limitó a “rendir cuentas de la situación” de los incendios ante los medios y a trasladar información veraz. Lamenta el “ruido” y la “crítica feroz” de aquellos días. “Lo dije desde el principio: yo no soy importante. Ojalá ante una emergencia o una catástrofe fuera todo tan fácil como poner en cuestión a una persona. El único enemigo eran las llamas. Mi único objetivo era que los incendios acabaran lo antes posible, no tener que lamentar la pérdida de ninguna vida más y que las personas evacuadas pudieran volver a su vida”, afirma en conversación con elDiario.es.
Barcones, a quien la extrema derecha de Vox ha denunciado por homicidio imprudente por su gestión de los incendios, insiste en que todo lo que dijo “está acreditado”. Y aunque reconoce que, en el aspecto más personal pudo llegar a tener una ligera sensación de injusticia ante los insultos y difamaciones que recibió en un momento de máxima tensión, trató de no desviar en ningún momento el foco de lo importante: acabar con los incendios.
La directora de Protección Civil incide en que lo relevante es que esa crítica que “va más allá de la gestión y del objetivo, porque entra en el ámbito de las personas y su cualificación” genera un estado de “confusión” que acaba perjudicando a los ciudadanos. “El ruido impide que la información objetiva, que es clave en situaciones de emergencia, llegue con claridad y que la ciudadanía no entienda cuál es nuestro sistema, cuál es la responsabilidad de cada uno y lo que tenemos que hacer”, sostiene.
Ataques “sin pies ni cabeza”
El epidemiólogo Fernando Simón sigue al frente del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES) casi seis años después de la pandemia. Atrás quedaron aquellos meses de trabajo extenuante, en los que se sucedían las reuniones a horas intempestivas, en las madrugadas y en los fines de semana. Reconoce que entonces —y todavía— recibe reconocimientos, pero también “ataques personales” que en ocasiones hacen “daño”, pero a los que intenta dar la importancia que merecen.
“En las emergencias no nos centramos en el ruido que pueda hacer la comunicación técnica. Esa no es la parte dura de nuestro trabajo. Cuando estás en plena vorágine de una emergencia sanitaria el objetivo es el control de los riesgos y reducir el impacto lo más posible en la población. La parte de la percepción social de nuestra comunicación la dejamos a un lado para tratarla más adelante porque, en ese momento, hay otros aspectos más urgentes”, afirma.
Simón reconoce el valor de las discusiones constructivas que permiten “avanzar, desarrollar conocimiento o plantear nuevas bases de discusión” por muy críticos que sean los posicionamientos. E insiste en que los problemas llegan cuando la discusión se tergiversa, se saca de contexto y se busca únicamente el ataque puramente personal. “En muchos casos, los ataques no tienen ni pies ni cabeza. Se basan en cómo te peinas, en cómo te vistes, en si tu familia vive en un sitio o en otro. Son ataques que no tienen absolutamente nada que ver con la comunicación que se está haciendo. Y esos molestan, sobre todo porque exponen a seres queridos”, afirma este médico.
Cuando llegó la pandemia, Simón llevaba ya ocho años al frente del CCAES, donde lo había situado la que fuera ministra de Sanidad con el PP Ana Mato. Desde allí gestionó también la crisis del ébola, en 2014, que en España no causó ningún muerto y solo un contagio. Entonces fue alabado por su capacidad de divulgar los conocimientos que se tenían sobre la infección y tranquilizar a la población.
Él mismo recuerda, sin embargo, que también hubo quien tuvo la tentación de decir que estaba blanqueando al Gobierno de Mariano Rajoy, que estaba entonces en la Moncloa y que era quien lo había situado al frente del organismo que vigila los riesgos y amenazas para la salud pública y coordina la respuesta del Estado ante situaciones de crisis que afecten a la salud. “La percepción y lo que se decía entonces en muchas redes era que Fernando Simón era de derechas. Igual que en la pandemia se me vinculó con la izquierda por quién estaba en el Gobierno. Yo tengo mi orientación política muy marcada, pero nunca la he dicho en público”, asevera.
Acoso a los científicos
Pese a ser uno de los colectivos con mayor reconocimiento social a escala global, los científicos no están exentos de ataques por parte de ciertos sectores cuando la ciencia irrumpe en la primera plana y adquiere un papel central en la vida cotidiana. La revista Science publicó un artículo en 2022 que revelaba que de 321 científicos encuestados un 38% sufrieron acoso por informar de la COVID.
“En varios países, gente que ejercía las mismas funciones que yo durante la pandemia acabó por retirarse porque no aguantaba el escarnio público que se dio en ese momento. Otros aguantaron incluso habiendo sido agredidos”, afirma Simón. Y cita el caso de un colega griego al que tuvieron incluso que ponerle guardaespaldas. O el del prestigioso virólogo alemán Christian Drosten, que después de meses acabó retirándose de la comisión que evaluaba las restricciones por el coronavirus en el país germano.
Simón afirma que no consideró la posibilidad de dar un paso a un lado. “Sí planteé que si había alguien que pudiera hacerlo mejor yo estaría encantado de que lo hiciera. Pero si no había nadie dispuesto, no iba a quitarme de en medio. No podía permitir que la información que llegara a la población estuviera sesgada hacia lo que a algunos les podía interesar que se sesgara”, explica más de un lustro después de aquella crisis.
Un testigo “incómodo”
Entre quienes, en un momento dado, decidieron dar un paso a un lado para cuidar su salud mental está José Ángel Núñez, jefe de Climatología de la Aemet en la Comunidad Valenciana desde 2002 y una de las voces científicas más críticas con la gestión que el Ejecutivo de Carlos Mazón hizo de la riada que causó 228 muertos y dejó a su paso un reguero de destrucción.
Núñez llegó a estar de baja, en tratamiento psiquiátrico y su médica lo derivó incluso a los servicios de asistencia psicológica a las víctimas de las riadas, tal y como él mismo denunció en un artículo publicado en El País. “El desgaste ha sido tremendo. Pero también he recibido el apoyo de compañeros, de gente que no conozco, de universidades. No me he encontrado solo y eso me ha dado fuerza para seguir”, dice en conversación con elDiario.es.
En su declaración como testigo ante la jueza de Catarroja (Valencia) que investiga la dana, este funcionario afirmó que Mazón lo había puesto en el punto de mira en una intervención en Les Corts Valencianes, el pasado noviembre, en la que trató de desacreditar a la Aemet por no haber informado con antelación sobre la magnitud de la tragedia. La tesis de fondo del Consell es que ese supuesto retraso en advertir a tiempo sobre la letal tromba que se avecinaba habría provocado la tardía respuesta de la Generalitat. La vicepresidenta y portavoz del Gobierno valenciano, Susana Camarero, volvió a insistir recientemente en el bulo de la falta de información de la Aemet.
Núñez denuncia que antes y después de ese señalamiento ha recibido ataques de agitadores ultra en las redes sociales con mensajes manipulados. “Muchas de las cosas que conté a la jueza solamente las conocía yo porque estuve haciendo un diario de lo que ocurrió el día de la dana con pruebas y demás. Consideré que mi tarea era importante y que el acoso y el señalamiento que estaba recibiendo era en mi condición de testigo incómodo”, sostiene.
Las querellas de la extrema derecha
Varios de estos portavoces de crisis no se han expuesto solo a la crítica y el insulto. Se han encontrado también con que su trabajo terminaba en los tribunales. La extrema derecha de Vox ha aplicado su receta de querellas ‘spam’ a las caras visibles de las tragedias, por el momento cosechando el habitual éxito de sus acciones judiciales con un pleno de archivos e inadmisiones.
Su último objetivo judicial es Barcones, doble querellada por su papel en la dana de Valencia y ahora también por los incendios del mes de agosto. La Sala de lo Penal ya rechazó las acusaciones contra ella por el desastre de las riadas y se prepara para hacer lo mismo con respecto a los incendios. “Si se admite a trámite yo iré donde tenga que ir, a mí me han enseñado en casa que con la verdad se va a todos los sitios”, explica Barcones. El reguero de querellas políticas de Vox han generado un cuerpo propio de doctrina en el Supremo: ser portavoz o responsable de una estructura como un Ministerio no hace a alguien penalmente responsable de cualquier cosa que suceda.
Fernando Simón fue de los primeros en experimentar las consecuencias de esta estrategia de la extrema derecha. Organizaciones ultra como Abogados Cristianos y sindicatos médicos pidieron sentarle en el banquillo porque, según decían sus denuncias y querellas, sus declaraciones públicas habían contribuido a minimizar la magnitud de la tragedia hasta el punto de poner en peligro a la población. Un juzgado de Madrid llegó a abrir una causa contra él por una querella que, como la que presentó el abogado estafador Víctor Valladares, acusaba a Simón de promover la manifestación feminista del 8-M a pesar del riesgo de contagio.
Vox ha repetido el guion con Virginia “Balcones” —así se refieren a ella en varios puntos de la querella— a raíz de los incendios de agosto. Por el momento, los tribunales han ido en dirección contraria y la única causa penal abierta en torno a estas tragedias es la que instruye una jueza de València contra altos cargos del Gobierno de Mazón y su papel en la gestión de la Dana.El escenario se repite catástrofe tras catástrofe de la mano de la derecha. Los portavoces, tengan o no perfil político, son puestos en la diana en cuanto sus declaraciones o datos amenazan el relato de PP y Vox sobre una tragedia o son potencial objetivo de rédito electoral. La factura de ser el enlace entre la Administración y la población en los momentos más complicados de un país sigue siendo, cinco años después de la pandemia, el señalamiento, el insulto y la amenaza del banquillo
eldiario.es
TRAGÈDIA 29-O: 229 MORTS I UNA VALORACIÓ DE DANYS ASSENTIMENTAL
Facturas millonarias en los municipios afectados por la Dana: esta es la inversión para reconstruir las infraestructuras
La Diputación de Valencia recoge en un informe una valoración estimativa de los daños provocados por las inundaciones del pasado 29 de octubre en 35 localidades de las más de 80 golpeadas por la catástrofe

- Vivienda destruida por la Dana.
- Foto: EDUARDO MANZANA
VALÈNCIA. La Dana que golpeó la provincia de Valencia el pasado 29 de octubre dejó tras de sí un panorama de devastación en decenas de municipios. En algunos cayeron precipitaciones nunca antes registradas, mientras que en otros fue la fuerza de las inundaciones la que arrasó todo a su paso. El balance humano fue trágico, con 228 personas fallecidas, y el económico, igualmente demoledor.
Mediante el servicio de asistencia técnica a los municipios, la Diputación de Valencia ha elaborado un informe con una valoración estimativa de los daños provocados por la Dana del 29 de octubre en la provincia. En dicho informe, el ente provincial recopila las distintas actuaciones ejecutadas en 35 de los más de 80 municipios valencianos afectados por las inundaciones y las intensas precipitaciones de esa fecha, incluyendo también el coste estimado de esas intervenciones necesarias para reconstruir o mejorar infraestructuras deterioradas.
Los municipios más castigados, y que han requerido una mayor inversión para reparar los daños, se concentran en la conocida como ‘zona cero’ de la Dana, especialmente en las comarcas de l'Horta Sud y la Hoya de Buñol. Según el informe de la Diputación, Paiporta encabeza la lista con un coste estimado de reconstrucción cercano a los 42 millones de euros.
A poca distancia, otras localidades han necesitado también importantes inversiones: Massanassa, con unos 16 millones de euros, y Sedaví, con poco más de 13 millones. En Aldaia, la cifra necesaria para hacer frente a las actuaciones de reparación asciende a 14 millones de euros.
Otros municipios más alejados de la 'zona cero' también se han visto afectados. Este es el caso de Utiel, cuya reconstrucción ha requerido de una inversión de más de 10 millones de euros. Mientras que Requena, pueblo vecino, ha necesitado una cifra estimada de 5 millones de euros.
Más allá de los municipios que han concentrado la atención mediática, hay otras localidades que, pese a no estar en el, también han tenido que afrontar inversiones millonarias para reparar los estragos de la Dana. Es el caso de Godelleta, con más de 4 millones de euros, o de municipios como Chiva (3 millones), Beniparrell (2 millones), y localidades del interior como Bugarra, Camporrobles, Fuenterrobles o Siete Aguas, donde las inversiones rondan el millón de euros.
En cambio, los municipios más pequeños o con una afectación menos severa no han alcanzado esas cifras. Localidades como Sinarcas, Pedralba, Caudete de las Fuentes, Calles o incluso Buñol han necesitado partidas mucho más ajustadas, con importes que oscilan entre los 200.000 y los 400.000 euros.
Tipología de infraestructuras municipales dañadas por la riada
Más allá de las cifras económicas, el informe remitido por la Diputación de Valencia a la comisión de Les Corts revela qué tipologías de edificios municipales han sufrido los daños más graves, aquellos catalogados como "Prioridad 1" de actuación. El análisis de los casos en Paiporta, Massanassa, Sedaví, Aldaia, Utiel y Godelleta dibuja un mapa claro: la tormenta golpeó con especial dureza instalaciones deportivas, equipamientos culturales y educativos, así como las casas consistoriales y otras sedes administrativas.
Las infraestructuras deportivas se erigen como las grandes damnificadas. El polideportivo de Paiporta quedó prácticamente arrasado en su planta baja: vestuarios, piscina cubierta, piscinas de verano, frontón, campo de fútbol y hasta la zona de juegos infantiles quedaron inutilizables. Algo similar ocurrió en Utiel, donde tanto el polideportivo municipal como la piscina cubierta precisan de una intervención integral. En Aldaia, aunque en menor escala, los desperfectos afectaron a la pasarela que conecta con el polideportivo y a varios puentes, todos ellos necesarios para la movilidad y seguridad de los vecinos. En conjunto, la Dana golpeó de lleno el acceso a la práctica deportiva, un servicio considerado esencial por los propios informes técnicos.

- Polideportivo de Paiporta. -
- Foto: DIPUTACIÓN DE VALENCIA
La cultura tampoco salió indemne de la riada. Paiporta vio cómo su centro cultural y la biblioteca perdieron fachadas acristaladas y sufrieron graves inundaciones en sótanos y plantas bajas, con daños en tabiquería, climatización y ascensores. Utiel también suma a su lista el teatro municipal y la iglesia de las Escuelas Pías. En el ámbito educativo, Sedaví fue especialmente castigada: la Escuela Pública de Adultos, recién estrenada, quedó devastada junto a un pabellón prefabricado de aulas arrastrado por la riada. En Godelleta, el CEIP Enrique Tierno Galván y la guardería municipal registraron filtraciones y desperfectos graves. La pérdida temporal de espacios de enseñanza subraya la dimensión social de la catástrofe, más allá de los daños materiales.
Asimismo, las casas consistoriales figuran en la lista negra de la Dana. En Paiporta, Sedaví y Aldaia, los edificios municipales sufrieron inundaciones que arrastraron sótanos, archivos, salones de plenos y dependencias administrativas. En algunos casos, como Sedaví, la presión del agua llegó a reventar muros y falsos techos. La parálisis temporal de estos espacios no solo afecta a la gestión cotidiana, sino que deja a los vecinos sin un punto de referencia institucional en momentos críticos.

- Ayuntamiento de Sedaví. -
- Foto: DIPUTACIÓN DE VALENCIA
Otro de los ámbitos más sensibles es el de los cementerios. En Sedaví, el camposanto municipal tuvo que ser apuntalado y requiere la demolición de un módulo de nichos, con la posterior exhumación e inhumación de cuerpos. Este tipo de daños, además de su complejidad técnica, conlleva un fuerte impacto emocional para la ciudadanía.
Asimismo, la Dana dañó infraestructuras de saneamiento en Paiporta y sistemas de agua potable en Godelleta, esenciales para garantizar servicios básicos.

- Entorno afectado de El Remedio, Utiel -
- Foto: DIPUTACIÓN DE VALENCIA
Por su parte, Utiel vio afectadas sus bodegas subterráneas y la emblemática ermita del Remedio, patrimonio cultural y espiritual del municipio. Massanassa y Aldaia concentran los daños más graves en pasos inferiores, puentes y pasarelas. El colapso del sistema de bombeo, los hundimientos en viales y la destrucción de barandillas no solo cortaron vías de comunicación esenciales, sino que incrementaron los riesgos de seguridad.

- Puente afectado sobre el barranco de la Saleta. -
- Foto: DIPUTACIÓN DE VALENCIA
Municipios que han requerido menor inversión
En los municipios que han requerido una inversión más moderada, las actuaciones han sido, sin embargo, muy similares a las de las localidades más castigadas. En Sinarcas, una parte de la red de saneamiento se encuentra en mal estado y ha sido necesario ponerla de nuevo en funcionamiento. En Pedralba, las actuaciones se han centrado en la reparación del matadero municipal, la limpieza del lodo acumulado en las calles y la puesta a punto de la red de suministro de agua.
En Caudete de las Fuentes, la Dana obligó a intervenir en varios frentes: desde la reparación de elementos dañados en edificios municipales hasta la adecuación del cauce fluvial y la restauración de infraestructuras como puentes. En Calles, la reconstrucción del polideportivo municipal ha sido una de las principales actuaciones, junto con la reparación de otros equipamientos afectados como el sistema de calefacción del colegio, áreas recreativas o incluso la piscina del parque fluvial.
En Buñol, los daños se han concentrado en las zonas verdes del municipio, con desperfectos en el mobiliario urbano —bancos, fuentes, papeleras o señales—, así como en la pavimentación y la vegetación existente. Por tanto, el balance es claro. Las instalaciones deportivas, culturales, educativas y administrativas son las más dañadas y urgentes por reparar.
A ellas se suman cementerios, redes de saneamiento y pasos inferiores, lo que configura un mapa de vulnerabilidades que trasciende lo económico y dibuja el verdadero alcance de la catástrofe. La Dana no solo anegó edificios, sino que interrumpió servicios básicos, paralizó la vida municipal y puso en evidencia la fragilidad de infraestructuras que sostienen lo cotidiano. Reconstruirlas no será solo cuestión de ladrillos, sino de recuperar la confianza y la normalidad en los pueblos y ciudades golpeados por la tragedia.
valenciaPlaza
LA FOTOVOLTAICA PRECISA DE POQUÍSSIMS EMPLEATS
RENOVABLES
Iberdrola se lanza a blindar el funcionamiento de todas sus plantas solares de España con drones y robots
La eléctrica lanza un concurso para start-ups en busca de tecnologías de última generación para realizar las inspecciones de sus parques fotovoltaicos con equipos autónomos o de control remoto

Una planta fotovoltaica de Iberdrola. / Iberdrola

Iberdrola dispone de más de medio centenar de grandes plantas solares operativas por toda España, con una potencia conjunta que ya supera los 5.000 megavatios (MW), aproximadamente una séptima parte de la capacidad fotovoltaica de todo el país. Parques solares que ocupan cientos de hectáreas, que en algunos casos se encuentran en zonas remotas, de no fácil acceso o con terrenos complicados e irregulares, y para cuyo mantenimiento se siguen realizando muy mayoritariamente inspecciones por parte de operarios, de manera manual.
La supervisión de la parte superior de los paneles solares puede realizarse sin mayor problema mediante drones de testar el buen funcionamiento de los equipos. Pero el control de la parte inferior de las instalaciones, donde se localiza todo el cableado y las conexiones de los diferentes equipos, es la que se realiza actualmente de manera presencial por operarios con pistolas termográficas (para detectar focos de calor por mal funcionamiento por desgaste de los materiales o averías) que están obligados de recorrer las decenas de kilómetros de los carriles en que se distribuyen las hileras de placas durante días o semanas dedicados a controlar cada una de las plantas.
“Es un trabajo muy duro, que se hace en horas de sol, que obliga desplazar a inspectores a zonas remotas y con terrenos complicados. Hay que buscar otras alternativas”, explica Óscar Fortis, director de excelencia operativa de Iberdrola Energía Sostenible. Y la eléctrica se ha lanzado a buscar esas alternativas para utilizar alta tecnología para poder realizar esas inspecciones de manera automática o por control remoto, probablemente con vehículos robotizados o incluso con pequeños drones capaces de volar también por debajo de los paneles solares. “La evolución tecnológica en este campo está siendo muy rápida y la robótica ofrece soluciones cada vez más baratas. No nos queremos perder nada”.
Iberdrola, a través de su programa de innovación abierta Perseo, ha puesto en marcha un concurso en busca de start-ups que ofrezcan soluciones tecnológicas capaces de realizar esas inspecciones en principio con vehículos o drones autónomos o controlados a distancia, pero la compañía está abierta a otros tipos de equipos. El objetivo es poder aplicar tecnologías de captura de imágenes termográficas y capacidades de análisis de datos con información digital. El primer paso es poder utilizar las nuevas soluciones en las plantas de la compañía ubicadas en España, pero con la visión de poder exportarlas al resto de mercados internacionales en que el grupo cuenta con instalaciones fotovoltaicas.
“El objetivo no es primordialmente que los nuevos sistemas permitan hacer inspecciones de forma más barata, sino sobre todo que sean más eficientes. Poder hacer el control mucho más rápido y con información de más calidad y más precisión”, sostiene Óscar Cantalejo, responsable de la innovación abierta de Iberdrola y de su programa de start-ups Perseo. Las compañías interesadas disponen de plazo hasta el 10 de octubre para presentar sus propuestas de modelos de inspección autónoma. El ganador o ganadores del reto podrán desarrollar con el apoyo y soporte técnico de Iberdrola pruebas de concepto, y posteriormente alcanzar acuerdos comerciales para impulsar su utilización o incluso acuerdos de financiación y de entrada en su accionariado.
eldia.es
10