dijous, 23 d’octubre del 2025

Las cajas rurales comen terreno a la gran banca: gestionan cuatro de cada diez euros de los castellonenses


Su cuota de mercado se dispara en los últimos años

Exterior de una oficina de Cajamar en Castelló.

Exterior de una oficina de Cajamar en Castelló. / Kmy Ros

Bartomeu Roig

Bartomeu Roig

Castellón

Pepe vive en Sant Jordi, un municipio que en el pasado contó con varias sucursales bancarias. Como en otras localidades de la provincia, el servicio desapareció, aunque desde hace una década la caja rural de Vinaròs ofrece atención presencial varios días a la semana. "Se han sabido ganar la confianza de la gente, y el personal que atiende se conoce el nombre de los clientes", explica.

Crecimiento sostenido de las cooperativas de crédito

El sistema financiero castellonense sigue dominado por las grandes entidades, que aún copan más de la mitad del mercado. Sin embargo, las cooperativas de crédito avanzan con paso firme: ya gestionan el 36,78% de los depósitos de los castellonenses, frente al 29,26% de hace cinco años. Esto supone una mejora de casi siete puntos y medio, justo lo que retroceden los grandes bancos.

Además, Castellón es la provincia valenciana que más confía en las cajas rurales. En el conjunto de la Comunitat, estas entidades apenas alcanzan el 17,87%, con Valencia en un 16,83% y Alicante en un 13,24%. La media nacional, todavía más baja, se sitúa en el 10,10%, según datos de la Conselleria de Economía y Hacienda.

Un modelo basado en la cercanía

La coordinadora de la Asociación de Usuarios de Bancos, Cajas y Seguros (Adicae) en la ComunitatSara Azahara, explica este fenómeno por su arraigo en municipios pequeños y zonas rurales. "Su modelo se basa en una relación más cercana y personalizada con los clientes, lo que ha cobrado especial relevancia en un contexto en el que la banca tradicional ha reducido su red de oficinas, dejando amplias zonas con escaso acceso a la atención presencial".

Una idea que comparte el experto en consumo Juan Carlos Insa, quien apunta que estas instituciones "han apostado por una atención más directa con el cliente, mientras que la mayoría de la banca se ha apartado". Una situación que afecta especialmente a las personas mayores, un colectivo muy representativo de las localidades del interior.

Atención presencial frente a digitalización

Uno de los ejemplos más claros es el de la digitalización. Mientras la gran banca impulsa el uso del cajero automático y de las aplicaciones móviles para casi todas las gestiones, las cajas rurales mantienen el trato directo. Sara Azahara subraya que el modelo cooperativo "está ganando terreno en zonas donde la banca tradicional tiende a reducir su presencia".

La distribución territorial también refleja este cambio. Según el Banco de España, de las 225 sucursales que existen actualmente en la provincia, 100 pertenecen a cooperativas de crédito. Hace cinco años, había 270 oficinas abiertas en total, de las que 85 eran de cajas rurales.

Los créditos siguen en manos de la gran banca

En el ámbito de los créditos y préstamos, las entidades tradicionales mantienen el liderazgo, con un 80,55% de cuota de mercado. Aun así, el 19,45% de las cooperativas de crédito es una cifra muy superior al 11,62% de la media autonómica y al 8,88% nacional.

Esto demuestra que la confianza en las entidades de proximidad se centra sobre todo en los ahorros y cuentas particulares, mientras que los grandes bancos concentran los préstamos e hipotecas

elperiodicoMediterraneo

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