dijous, 23 d’octubre del 2025
Iniciativas Comunidad energética de Luco de Jiloca
Instalación de un huerto solar de unos 500 metros cuadrados con unas 100 placas solares de las que se obtendrá 60kW de potencia con la que abastecer a familias, edificios municipales y otras entidades de la localidad.
Es la primera comunidad energética rural de iniciativa ciudadana en Aragón.
La comunidad energética de Luco de Jiloca trata de la instalación de un huerto solar de unos 500 metros cuadrados con unas 100 placas solares de las que se obtendrá 60kW de potencia con la que abastecer a familias, edificios municipales y otras entidades de la localidad.
Es la primera comunidad energética rural de iniciativa ciudadana en Aragón.
Sociedad cooperativa Luco Energía
-Producir y consumir la energía en el lugar en el que se produce.
-Mostrar que hay otro modelo diferente de producción y consumo de energía.
-Promover que otras personas tomen la iniciativa de construir huertos solares.
-Generar más comunidad en Luco.
-Favorecer que haya dinamismo económico en el territorio para generar otro tipo de proyectos.
En la actualidad forman parte de la cooperativa 26 socios: 24 familias, una empresa local y el ayuntamiento.
Se ha constituido una cooperativa de consumidores y usuarios sin ánimo de lucro para poder articular la comunidad energética. A través de esta se gestionará la venta de energía, la solicitud de subvenciones, la relación con empresas suministradoras, etc.
Para formar parte de la cooperativa únicamente es necesario abonar la cuota de socio, que da derecho a beneficiarse de los proyectos que vayan surgiendo y a tener voz y voto. Si se desea participar del autoconsumo, es necesario abonar una cuota de inversión en base a la necesidad de energía que se tenga. Ahora bien, todas las personas tienen el mismo peso dentro de la cooperativa independientemente de la energía que quieran contratar, es decir, a la hora de tomar decisiones: un socio, un voto.
Hay un grupo tractor del proyecto formado por cuatro personas (que constituyen a su vez el Consejo Rector de la cooperativa) sobre las que recae la toma de decisiones operativas, el funcionamiento del día a día y todo lo relacionado con la instalación técnica. Se convocan reuniones periódicas para ir informando al resto de miembros de los avances que se van dando y para tomar decisiones clave.
Vecinos y vecinas de Luco están involucradas en dar difusión del proyecto y han participado de forma voluntaria en la realización de tareas varias como desbrozar, allanar el terreno, etc.
El germen del proyecto surge de un vecino de Luco, con formación y experiencia en materia de distribución de la energía, interesado en colocar placas solares en el tejado de su casa. Consigue contagiar su motivación a otras tres personas y son ellas cuatro las que dan forma a la comunidad energética.
El planteamiento inicial que hacen no se reduce al autoconsumo sino que desean lograr algo más integrador, entienden que creando una comunidad energética más grande será más sencillo que la planta sea autosuficiente y autosustentable y que pueda generar riqueza alrededor.
Mientras se está madurando la idea, el grupo tractor visita un par de comunidades energéticas en el País Vasco. Una vez que el proyecto está suficientemente apuntalado empiezan a difundirlo entre los vecinos y las vecinas de Luco para invitarles a sumarse a la iniciativa.
En la actualidad se tiene contacto con el proyecto de iniciativa ciudadana Kilómetro Cero de la comarca de Calatayud, que cuenta con un grupo de trabajo de comunidades energéticas.
La cooperativa está en contacto con varias redes y entidades como: REAS Aragón, CEPES Aragón, Unión Renovables, Red de Orgullo Rural del Jiloca (grupo informal), ECODES y Ecologistas en Acción Zaragoza.
También se está en contacto con otros territorios que han mostrado su interés en poner en marcha una comunidad energética a través de personas individuales, asociaciones y ayuntamientos.
-Construir una cooperativa de cero, en torno a una idea que es algo nuevo para la mayoría de la gente. -Superar las expectativas iniciales (la previsión optimista era llegar a 20 socios) -Generar nuevos espacios de diálogo intergeneracional en Luco. -Lograr la involucración de la población flotante de Luco en la cooperativa (personas sin interés en la energía pero sí en que haya proyectos en el pueblo). -Conseguir interés y arraigo en la zona. -Despertar interés en general: mucha gente ha contactado para replicar el proyecto en otros lugares. |
-Las normativas municipales y la administración no están preparadas para estas nuevas demandas. Dificultad de conocer los trámites necesarios.
-Hay que generar mucha confianza para aportar un capital en un proyecto que no se conoce.
-Los plazos de resolución de las subvenciones son demasiado largos y los de ejecución del proyecto demasiado cortos.
-Lograr una estabilidad que permita desarrollar otros proyectos de la índole que sea.
-Una vez que el proyecto funcione y arraigue en Luco, intentar que se extienda a otros territorios para formar parte de una red mayor.
-Es un proyecto que ofrece un abanico de posibilidades diversas según la motivación de la persona: tiene una parte ecológica, una de ahorro en las facturas, una de creación de posibles proyectos en el territorio y una última de generar un movimiento en lo rural.
-Sostenibilidad económica del proyecto por sí mismo.
-Soluciones a la falta de alternativas financieras: crowdlending, facilidades de financiación por la empresa instaladora..
pordebajoderadar.es
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TRAMA GÜRTEL | Francisco CORREA y otros ACUSADOS PACTAN con la Fiscalía a cambio una CONDENA MENOR
Las cajas rurales comen terreno a la gran banca: gestionan cuatro de cada diez euros de los castellonenses
Su cuota de mercado se dispara en los últimos años

Exterior de una oficina de Cajamar en Castelló. / Kmy Ros

Pepe vive en Sant Jordi, un municipio que en el pasado contó con varias sucursales bancarias. Como en otras localidades de la provincia, el servicio desapareció, aunque desde hace una década la caja rural de Vinaròs ofrece atención presencial varios días a la semana. "Se han sabido ganar la confianza de la gente, y el personal que atiende se conoce el nombre de los clientes", explica.
Crecimiento sostenido de las cooperativas de crédito
El sistema financiero castellonense sigue dominado por las grandes entidades, que aún copan más de la mitad del mercado. Sin embargo, las cooperativas de crédito avanzan con paso firme: ya gestionan el 36,78% de los depósitos de los castellonenses, frente al 29,26% de hace cinco años. Esto supone una mejora de casi siete puntos y medio, justo lo que retroceden los grandes bancos.
Además, Castellón es la provincia valenciana que más confía en las cajas rurales. En el conjunto de la Comunitat, estas entidades apenas alcanzan el 17,87%, con Valencia en un 16,83% y Alicante en un 13,24%. La media nacional, todavía más baja, se sitúa en el 10,10%, según datos de la Conselleria de Economía y Hacienda.
Un modelo basado en la cercanía
La coordinadora de la Asociación de Usuarios de Bancos, Cajas y Seguros (Adicae) en la Comunitat, Sara Azahara, explica este fenómeno por su arraigo en municipios pequeños y zonas rurales. "Su modelo se basa en una relación más cercana y personalizada con los clientes, lo que ha cobrado especial relevancia en un contexto en el que la banca tradicional ha reducido su red de oficinas, dejando amplias zonas con escaso acceso a la atención presencial".
Una idea que comparte el experto en consumo Juan Carlos Insa, quien apunta que estas instituciones "han apostado por una atención más directa con el cliente, mientras que la mayoría de la banca se ha apartado". Una situación que afecta especialmente a las personas mayores, un colectivo muy representativo de las localidades del interior.
Atención presencial frente a digitalización
Uno de los ejemplos más claros es el de la digitalización. Mientras la gran banca impulsa el uso del cajero automático y de las aplicaciones móviles para casi todas las gestiones, las cajas rurales mantienen el trato directo. Sara Azahara subraya que el modelo cooperativo "está ganando terreno en zonas donde la banca tradicional tiende a reducir su presencia".
La distribución territorial también refleja este cambio. Según el Banco de España, de las 225 sucursales que existen actualmente en la provincia, 100 pertenecen a cooperativas de crédito. Hace cinco años, había 270 oficinas abiertas en total, de las que 85 eran de cajas rurales.
Los créditos siguen en manos de la gran banca
En el ámbito de los créditos y préstamos, las entidades tradicionales mantienen el liderazgo, con un 80,55% de cuota de mercado. Aun así, el 19,45% de las cooperativas de crédito es una cifra muy superior al 11,62% de la media autonómica y al 8,88% nacional.
Esto demuestra que la confianza en las entidades de proximidad se centra sobre todo en los ahorros y cuentas particulares, mientras que los grandes bancos concentran los préstamos e hipotecas
elperiodicoMediterraneo