dimarts, 30 de gener del 2018

Espanya en serio

Una nueva muestra de cómo se están nombrando los cargos en el Tribunal Supremo. Se cubre una vacante en la sala contencioso-administrativa, que controla los actos del gobierno y del poder político. Se presenta una magistrada, Asunción Calvo, la nº 2 de la especialidad, con 30 años efectivos de ejercicio profesional, sin la menor sombra de parcialidad. También se presenta Fernando Román, nº 33 de la especialidad, con 10 años efectivos de desempeño, el cual ha ocupado cargos políticos de confianza, entre ellos como número 2 del ex ministro Gallardón. Se recuerda la importancia de la objetividad de los méritos y que en igualdad de condiciones se nombre a una mujer. Pero se designa a un hombre, con menos méritos y con vinculaciones partidistas. La vida sigue igual.

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