El Pacto del Agua del PP aboga ahora por la desalación y nuevos trasvases acordados
El borrador prevé inundaciones más frecuentes por el cambio climático e incluye la Albufera como espacio de protección especial
Alfons Garcia | València 22.03.2018 | 01:25
Hace ahora quince años y veinte días, decenas de miles de personas se reunían en el paseo de la Alameda de València al grito de «Agua para todos». El acto, impulsado por el Gobierno de Francisco Camps (PP), marcó un hito en la defensa del trasvase del Ebro como solución de todos los problemas hídricos y la consiguiente condena de otras iniciativas. La principal, que vino poco después, con la victoria del socialista José Luis Rodríguez Zapatero en las elecciones de 2004, fue la desalación de agua marina, recibida con todo tipo de críticas por los gobernantes valencianos de entonces. «Las nucleares del mar», fue el lema socorrido contra instalaciones como la de Torrevieja, la más grande proyectada en Europa. Catorce años después, el borrador (confidencial) de Pacto del Agua que el Gobierno de Mariano Rajoy ha preparado (y al que ha tenido acceso Levante-EMV) elimina aquellas viejas prevenciones y aboga por «impulsar la desalación y la reutilización» para combatir la escasez de agua. Se trata, precisa, no solo de promover nuevas infraestructuras, sino de mejorar la eficiencia energética de las existentes.
El discurso teórico entronca con las medidas prácticas que el Ejecutivo ya ha aprobado en los últimos meses: ha destinado más de once millones a la ampliación de media docena de desaladoras. La de Torrevieja, entre ellas. Todo un cambio de filosofía.
El borrador también habla de impulsar las interconexiones para mejorar la garantía de suministro en una misma cuenca. Lo que plantea es mejorar la conexión de las desaladoras existentes para una mayor aprovechamiento de estas aguas y potenciar la interrelación de los recursos convencionales con los no convencionales (desalación y reutilización).
No obstante, los trasvases (transferencia es el término que emplea) no pasarán a mejor vida si los planes del PP salen adelante con el apoyo de otras fuerzas, en especial el PSOE, interlocutor principal para el citado pacto.
El Ministerio de Agricultura no cierra la puerta a nuevos trasvases. La propuesta es estudiar la viabilidad de transferencias entre diferentes cuencas «siempre que cuenten con el consenso suficiente». Las nuevas conexiones «siempre -añade el documento- garantizarían la preferencia de la cuenca cedente».
Sobre los trasvases ya existentes, el proyecto de Pacto del Agua contempla mejorar la transparencia con la creación de comisiones de gestión de cada trasvase, así como una regulación específica para cada uno de ellos.
El Ejecutivo hace hincapié asimismo en el impulso «continuo» de los estudios sobre el impacto que el cambio climático puede tener en el riesgo de inundaciones. En todo caso, el borrador ya apunta que los trabajos iniciales señalan que «tendremos inundaciones más frecuentes». Advierte en concreto del peligro en zonas con rápidos deshielos y de un mayor riesgo de gotas frías. Aboga así por «priorizar» infraestructuras contra inundaciones.
El documento elaborado por el Gobierno popular incluye una docena de espacios naturales propuestos por las autonomías sobre los que acometer una protección especial. Entre ellos está la Albufera de València. Otros son Doñana, el Delta del Ebro o las Tablas de Daimiel. No hay grandes sorpresas al respecto, por tanto.
Un nuevo tributo ambiental sobre el agua y el fomento de los contadores en la agricultura son medidas que plantea para mejorar la gestión. También contempla la bonificación por menor consumo a los regantes.
Génova ya anunciaba esta semana que el Pacto del Agua iba más avanzado que el de la financiación autonómica. No obstante, el PSOE es prudente por ahora. Fuentes de Ferraz aseguraron ayer a Levante-EMV que el posible pacto no ha pasado de una fase preliminar. La primera exigencia de los socialistas es contar con «una fotografía más exacta» de los usos del agua antes de adoptar cualquier determinación. El PSOE acaba de aprobar un documento por su parte que incide en un mejor conocimiento del efecto del cambio climático y pide garantizar por ley la disponibilidad de 100 litros por persona y día. También pide prohibir la privatización de infraestructuras y entidades de gestión. Más argumentos para el debate en el Día Mundial del Agua.
Mientras, la Generalitat desconoce el borrador de pacto. En todo caso, discrepa del planteamiento de pactar entre partidos y obviar a los territorios, afirman fuentes de Presidencia. Cuestión de principios. Y deja caer que cualquier pacto requiere dinero para desalación y subvenciones al agua desalada.
http://www.levante-emv.com/noticias-suscriptor/comunitat-valenciana/2018/03/22/pacto-agua-pp-aboga-ahora/1694727.html
El borrador prevé inundaciones más frecuentes por el cambio climático e incluye la Albufera como espacio de protección especial
Alfons Garcia | València 22.03.2018 | 01:25
Hace ahora quince años y veinte días, decenas de miles de personas se reunían en el paseo de la Alameda de València al grito de «Agua para todos». El acto, impulsado por el Gobierno de Francisco Camps (PP), marcó un hito en la defensa del trasvase del Ebro como solución de todos los problemas hídricos y la consiguiente condena de otras iniciativas. La principal, que vino poco después, con la victoria del socialista José Luis Rodríguez Zapatero en las elecciones de 2004, fue la desalación de agua marina, recibida con todo tipo de críticas por los gobernantes valencianos de entonces. «Las nucleares del mar», fue el lema socorrido contra instalaciones como la de Torrevieja, la más grande proyectada en Europa. Catorce años después, el borrador (confidencial) de Pacto del Agua que el Gobierno de Mariano Rajoy ha preparado (y al que ha tenido acceso Levante-EMV) elimina aquellas viejas prevenciones y aboga por «impulsar la desalación y la reutilización» para combatir la escasez de agua. Se trata, precisa, no solo de promover nuevas infraestructuras, sino de mejorar la eficiencia energética de las existentes.
El discurso teórico entronca con las medidas prácticas que el Ejecutivo ya ha aprobado en los últimos meses: ha destinado más de once millones a la ampliación de media docena de desaladoras. La de Torrevieja, entre ellas. Todo un cambio de filosofía.
El borrador también habla de impulsar las interconexiones para mejorar la garantía de suministro en una misma cuenca. Lo que plantea es mejorar la conexión de las desaladoras existentes para una mayor aprovechamiento de estas aguas y potenciar la interrelación de los recursos convencionales con los no convencionales (desalación y reutilización).
No obstante, los trasvases (transferencia es el término que emplea) no pasarán a mejor vida si los planes del PP salen adelante con el apoyo de otras fuerzas, en especial el PSOE, interlocutor principal para el citado pacto.
El Ministerio de Agricultura no cierra la puerta a nuevos trasvases. La propuesta es estudiar la viabilidad de transferencias entre diferentes cuencas «siempre que cuenten con el consenso suficiente». Las nuevas conexiones «siempre -añade el documento- garantizarían la preferencia de la cuenca cedente».
Sobre los trasvases ya existentes, el proyecto de Pacto del Agua contempla mejorar la transparencia con la creación de comisiones de gestión de cada trasvase, así como una regulación específica para cada uno de ellos.
El Ejecutivo hace hincapié asimismo en el impulso «continuo» de los estudios sobre el impacto que el cambio climático puede tener en el riesgo de inundaciones. En todo caso, el borrador ya apunta que los trabajos iniciales señalan que «tendremos inundaciones más frecuentes». Advierte en concreto del peligro en zonas con rápidos deshielos y de un mayor riesgo de gotas frías. Aboga así por «priorizar» infraestructuras contra inundaciones.
El documento elaborado por el Gobierno popular incluye una docena de espacios naturales propuestos por las autonomías sobre los que acometer una protección especial. Entre ellos está la Albufera de València. Otros son Doñana, el Delta del Ebro o las Tablas de Daimiel. No hay grandes sorpresas al respecto, por tanto.
Un nuevo tributo ambiental sobre el agua y el fomento de los contadores en la agricultura son medidas que plantea para mejorar la gestión. También contempla la bonificación por menor consumo a los regantes.
Génova ya anunciaba esta semana que el Pacto del Agua iba más avanzado que el de la financiación autonómica. No obstante, el PSOE es prudente por ahora. Fuentes de Ferraz aseguraron ayer a Levante-EMV que el posible pacto no ha pasado de una fase preliminar. La primera exigencia de los socialistas es contar con «una fotografía más exacta» de los usos del agua antes de adoptar cualquier determinación. El PSOE acaba de aprobar un documento por su parte que incide en un mejor conocimiento del efecto del cambio climático y pide garantizar por ley la disponibilidad de 100 litros por persona y día. También pide prohibir la privatización de infraestructuras y entidades de gestión. Más argumentos para el debate en el Día Mundial del Agua.
Mientras, la Generalitat desconoce el borrador de pacto. En todo caso, discrepa del planteamiento de pactar entre partidos y obviar a los territorios, afirman fuentes de Presidencia. Cuestión de principios. Y deja caer que cualquier pacto requiere dinero para desalación y subvenciones al agua desalada.
http://www.levante-emv.com/noticias-suscriptor/comunitat-valenciana/2018/03/22/pacto-agua-pp-aboga-ahora/1694727.html
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