Tener un viaje no es una causa que se acepte por sí misma para librarse de formar parte de una mesa en unas elecciones, pero se podría reclamar ante la Junta Electoral de Zona, que tendría la última palabra. Un viaje o una estancia fuera del lugar en el que estamos empadronados por vacaciones se podría enmarcar dentro de las alegaciones por motivos familiares, concretamente como un “evento familiar de especial relevancia”.
Para pedir que nos liberen de esta obligación habría que aportar toda la documentación posible que justifique ese viaje y el daño económico que nos supondría perderlo: recibos de pago, copias de billetes de avión, reservas, etc. “El interesado no solo deberá acreditar documentalmente la previsión de celebración del evento, sino también el carácter inaplazable del mismo o los perjuicios económicos en caso de suspensión”, recoge una instrucción de la Junta Electoral Central que aborda los impedimentos y excusas justificadas para ocupar los puestos de presidente o vocal de las mesas electorales.
La OCU ha pedido a las juntas electorales que “flexibilicen sus criterios” de admisión y que acepten la inclusión de las vacaciones como un evento de especial relevancia. También está reclamando una instrucción por parte de la Junta Electoral Central con criterios unificados sobre excusas de participación en las mesas.
elpais
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