Ya no son amenazas. Ya no son hipótesis. Ya no pueden decir que estamos alimentando el miedo, el “que viene la ultraderecha”. Ya son medidas concretas, probablemente solo la superficie de lo que está por venir, pero que anticipan una legislatura durísima para miles de personas en más de 100 pueblos y ciudades de toda España. En la primera semana tras la toma de posesión de los nuevos concejales de gobiernos PP-Vox, en Náquera (València) ha quedado prohibido colgar la bandera arcoíris de los derechos LGTBI en edificios públicos. En Torrijos (Toledo), también. En Vegas del Genil (Granada), también. En la localidad valenciana tampoco habrá más comunicados oficiales de condena tras un asesinato machista ni se convocarán minutos de silencio que rechacen de manera específica la violencia de género. Esta regresión a los tiempos del “crimen pasional” ya ha generado una respuesta preocupada desde Bruselas. En Elche, desaparece la concejalía de Igualdad, Derechos Sociales y Políticas Inclusivas. Ahora hay otra que se llama “Familia y Mayores”. Allí se anulan las políticas de movilidad contra la contaminación, igual que en Valladolid (donde se eliminará el carril exclusivo para bus y taxi), Burgos o Ponferrada. Pero es que en varias de ellas directamente se va a quitar el carril bici. Con Juanlu Sánchez eldiario.es |
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