Lo han conseguido, ambas cosas (aún con la notable ausencia del Partido Popular), ya que la sociedad ha hecho gala de una unidad que hacía tiempo que no exhibía en un ambiente festivo. De hecho, el recorrido- que ha partido de la calle Guillem de Castro- lo abría una pareja de gegants i cabuts y dolçainas; en el escenario, al final del mismo, se han escuchado canciones como El país de l’olivera de Obrint Pas, Tio Canya de Al Tall o Tempestes vénen del sud de Zoo.
La marcha ha arrancado con dos grandes pancartas de cabecera sin siglas de sindicatos y partidos, ambas bajo el lema El poble valencià exigeix finançament just (‘El pueblo valenciano exige una financiación justa’, en castellano) y llevadas por los principales representantes de los organizadores. Le seguían otras pancartas de plataformas de dependencia, enseñanza pública, ONGs, juventud y sanidad pública.
A nivel institucional, se ha sumado todo el Consell en bloque, diputados de Les Corts Valencianes y representantes provinciales y municipales. Todos han marchado con el objetivo de lanzar una llamada a que la sociedad valenciana se haga oír “con una sola voz” para acabar con la “discriminación” que ha padecido con todos los sistemas de financiación autonómicos, como recoge el manifiesto conjunto.
Durante el recorrido, el president de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, ha exigido la aplicación del artículo 156 de la Constitución Española para conseguir “la suficiencia financiera para prestar los mejores servicios públicos”. La vicepresidenta Mónica Oltra ha remarcado la gran movilización de los valencianos “aparcando los intereses particulares” en favor de los intereses del territorio. “No queremos ser más que nadie, pero tampoco queremos ser menos”, ha dicho.
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