Estoy harta de los eufemismos. De la supuesta libertad de elegir vender el cuerpo, como si se tratara de una decisión realmente libre. Como si la pobreza, la desesperación o la presión de un entorno machista no tuvieran nada que ver. Por eso hoy celebro, con orgullo, que mi partido, el
se posicione abiertamente como abolicionista de este acto.Somos un partido que dice las cosas por su nombre. La prostitución no es «el oficio más antiguo del mundo». No, no es un oficio. Es una forma de violencia machista. Porque siempre hay un hombre que paga y una mujer que necesita sobrevivir. Porque detrás de esa transacción hay proxenetas, trata y explotación.
Coherencia
Ni puteros de derechas, ni puteros de izquierdas. Coherencia. No queremos Ábalos, ni Koldos, ni en nuestras filas ni en las de ningún otro partido. Esto va de derechos humanos. Va de decir basta; y va de actuar. Por eso apoyo todas las propuestas de mi partido para acabar con esta forma de esclavitud. Hay que aprobar la Ley Integral de Abolición de la Prostitución y reformar el Código Penal para castigar el proxenetismo, y exigir al
de que se ponga las pilas y reactive el Pacto Valenciano contra la .La prostitución no es inevitable. No es natural. No quiero que las niñas de hoy crezcan pensando que esto es normal. No lo es. Es la esclavitud del siglo XXI y hay que combatirla.
Defender a las mujeres no es ningún eslogan. Tampoco cosa de dos días. Es compromiso, es acción y es valentía. Y yo, como muchas otras mujeres, estoy aquí para no callar.
Opinión | LA RÚBRICA

Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada