El sector ve complicado que se ejecuten nuevas inversiones hasta dentro de tres años mínimo debido a la "sobregeneración" de energía, los bajos precios y la falta de almacenamiento
Del freno de la fotovoltaica al tapón en baterías: las renovables valencianas temen nuevas trabas de los ayuntamientos
El sector denuncia la suspensión de tramitaciones de licencias urbanísticas para parques solares en algunos municipios y prevé que afectará a los próximos proyectos de almacenamiento energético, que en la Comunitat suman más de 1.000
Elisabeth Rodríguez
Publicado: 15/12/2025 ·06:00
VALÈNCIA. El almacenamiento de energía renovable a través de baterías se ha convertido en el elemento clave para garantizar la estabilidad del sistema, para que cuando no haya sol ni viento, los hogares y las industrias puedan seguir teniendo electricidad gracias a que se ha guardado el excedente generado en las horas de producción. Sin embargo, las mercantiles valencianas dedicadas al desarrollo de energías renovables temen ahora un tapón municipal en la impantación de estas redes de almacenamiento debido a la oposición mostrada hasta ahora a la implantación de plantas fotovoltaicas.
Y es que, la instalación de parques solares no sólo se ha encontrado con la lentitud administrativa de la Generalitat durante los últimos años, sino con un fuerte rechazo social, especialmente en aquellos muncipios donde algunos proyectos amenazaban zonas de valor agrológico, tenían un interés paisajístico o poseían un componente emocional para los residentes.
"Hemos visto cómo algunos ayuntamientos de la Comunitat Valenciana han suspendido la tramitación de licencias urbanísticas de proyectos fotovoltaicos pese a que lo prohíbe la normativa valenciana", afirman fuentes jurídicas consultadas por este periódico. Esa normativa a la que hacen referencia es el Decreto-ley 7/2024, de 9 de julio, del Consell, de simplificación administrativa de la Generalitat Valenciana, cuyo objetivo es el de reducir la carga burocrática de la Administración valenciana.

En concreto, en el preámulo del decreto se indica expresamente que para proporcionar seguridad jurídica a la tramitación urbanística de los proyectos "se prohíbe que los ayuntamientos puedan decretar suspensiones de licencias que afecten a la tramitación de proyectos de generación de energía renovable". Pese a ello, algunos municipios han continuado ejecutando esta moratoria, como fue el caso de Teulada, que el 23 de agosto de 2024, apenas un mes después de que entrara en vigor la prohibición, suspendió a través de un pleno la tramitación y otorgamiento de las nuevas icencias para centrales fotovoltaicas y almacenes de energía.
No obstante, aquel consistorio, al igual que otros, justificaron la paralización de estas instalaciones en que estaban realizando una modificación de su Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), una condición que, según la Conselleria de Medio Ambiente, permite la excepción de la norma. En concreto, el departamento que dirige Martínez Mus ha señalado en anteriores ocasiones que esta suspensión de licencias se contempla siempre que el ayuntamiento esté desarrollando un PGOU que se encuentre en un "estado avanzado de tramitación".
Por contra, las fuentes jurídicas consultadas por este diario insisten en que en el preámbulo el legislador siempre destaca la intención de la ley a la hora de realizar futuras interpretaciones. Sin embargo, la conselleria sostiene que los ayuntamientos sí pueden suspender las licencias urbanísticas de manera particular y acotando las zonas en base al 'Artículo 8. Criterios y reglas generales para la localización e implantación de centrales fotovoltaicas'.
Sobregeneración, bajos precios y falta de almacenamiento
Según explican desde el sector a ValenciaPlaza, prevén que aquellos consistorios más reticentes a la implantación de renovables hagan uso de la misma fórmula urbanística para bloquear el avance de las instalaciones de almacenamiento energético de manera cautelar. Precisamente, las empresas dedicadas a la implantación de parques fotovoltaicos han dejado de lado estos últimos para centrar sus inversiones en la instalación de baterías energéticas.
¿Las razones de este viraje? Por un lado, la escasa rentabilidad que confiere ahora mismo la generación de energía verde, con precios de la electricidad que llegan a ser negativos, además de otros escollos relacionados con la inviabilidad técnica o urbanística, y, por otro, por la urgencia de dotar de estabilidad a la red de almacenamiento, sobre todo tras el apagón eléctrico que se produjo el pasado 28 de abril, que puso en el centro del debate la necesidad de reforzar infraestructuras, tecnologías y controles.
De hecho, el sector ve complicado que se ejecuten nuevas inversiones hasta dentro de tres años mínimo debido a la "sobregeneración" de energía, los bajos precios y la falta de almacenamiento. Estos tiempos pueden dilatarse si esa última condición, la del almacenamiento, se topa con el bloqueo municipal. Por este motivo, actores destacados del sector, como Ander Muelas, abogan por desplazar unos 30GW de excedente energético a las horas no solares. Hasta que eso no suceda, según Muelas, no se podrá empezar a incorporar más fotovoltaicas.
El interés inversor por instalar parques de baterías en la Comunitat Valenciana es sumamente elevado. En concreto, más de 1.044 proyectos de almacenamiento han depositado garantías, ya sea para instalar un parque de baterías individual como anexo a una planta fotovoltaica existente. Con este depósito, los promotores están pidiendo turno a la Generalitat para iniciar la tramitación de su proyecto.
castellonPlaza

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