GRA083 VALENCIA (COMUNIDAD VALENCIANA), 8/9/17.- La portavoz del PP en Les Corts, Isabel Bonig, solicita ante el Pleno que se reúna previamente la mesa de Les Corts para estudiar si es legal que el pleno para aprobar el decreto del plurilingüismo se celebre antes que la sesión que debe abordar la situación política general, prevista para la semana que viene. EFE/Juan Carlos Cárdenas (Juan Carlos Cardenas / EFE)
DEBATE DE POLÍTICA GENERAL CV
La soledad del PP en las Cortes Valencianas
El PSPV, Compromís y Podemos rechazan en bloque las 1017 enmiendas populares. Ciudadanos se abstiene acusando al PP de “huelga a la japonesa".
Se equivocó el PP. Erró Isabel Bonig con su estrategia de querer inundar de propuestas de resolución las Cortes Valencianas en el debate de política general. Más de mil, cifra imposible de abordar en apenas diez horas. El PSPV, Compromís, Podemos y Ciudadanos, que si se limitaron a un centenar, optaron por hacer el vacío al PP. “Es una huelga a la japonesa", denunciaba la síndic de Cs, Mari Carmen Sánchez. “no es racional, hacen política a peso”, denunciaba Manolo Mata, del PSPV. En términos similares se expresaron los demás portavoces. Pocos se tomaron la molestia de leerlas.
Lo peor de la iniciativa popular es la sospecha de que lo que se pretendía es que no se debatiera nada, es decir, que se pervirtiera el sentido mismo de un debate de Política General. Foro en el que las propuestas e iniciativas precisan de un mínimo de reflexión racional. Puede denunciarse, como así también hizo Podemos en su momento, que el orden del debate no sea el más adecuado para la ciudadanía, que se pueden dedicar más días, que se pueden limitar iniciativa, tal vez. Pero una vez marcadas las reglas del juego hay que ceñirse a ellas y no adoptar decisiones que resultan contrarias el sentido propio del debate parlamentario.
Quiso el PP ayer con sus más de mil propuestas forzar, justamente, la paralización del debate. Cuando seguramente podría haber planteado iniciativas bien elaboradas y con tiempo para reflexionarlas que hubieran obligado a la reflexión a los socios del Botànic. De hecho, iniciativas como la Tasa Turística o al programa SDDR de reciclaje de envases evidenciaron fracturas profundas entre el PSPV, Compromís y Podemos. Pero en lugar de buscar la contradicción de quien gobierna, que es la política inteligente, se optó por anegar las Cortes con un río de iniciativas que, al fin, han pasado desapercibidas.
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